La UJA propone integrar gas en la industria oleícola para lograr la autosuficiencia energética

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Este proyecto, que permitiría el secado ‘in situ’ del orujo graso húmedo o alperujo en la misma almazara, se presenta como una alternativa más económica y menos contaminante frente a su gestión actual.

Investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) proponen una planta de gasificación integrada como opción factible para que las almazaras puedan invertir en autosuficiencia eléctrica, mediante la gestión y recuperación de sus residuos. Esta planta se presentaría como una alternativa económica a la gestión actual del alperujo, debido a su enorme producción y al considerable gasto que supone su transporte.

El trabajo titulado ‘Una planta de gasificación integrada para la generación de energía eléctrica a partir de biomasa húmeda: hacia una producción sostenible en la industria oleícola’ se enmarca dentro del proyecto OLIVEN, financiado por el Séptimo Programa Marco de la Unión Europea y la Agencia Estatal de Investigación, con un presupuesto total 360.000 euros, y cuyo investigador principal es David Vera Candeas, profesor titular en el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Escuela Politécnica Superior de Linares (EPSL) de la UJA. En este trabajo también han participado Roque Aguado Merlo, catedrático de Estratigrafía; Francisco Jurado Melguizo, catedrático de Ingeniería Eléctrica, y el investigador Gabriel Beltrán Maza.

El proyecto consiste, según apunta el investigador Roque Aguado, “en la generación distribuida de energía eléctrica, mediante la tecnología de gasificación para abastecer a las almazaras a partir de la valorización de un residuo húmedo como el alperujo, que se produce en grandes cantidades en la propia instalación”.

“Las almazaras están pagando los costes del transporte del alperujo hasta las plantas extractoras para la obtención de aceite de orujo. Nosotros, añade, hemos desarrollado un proceso integrado que permitiría el secado del alperujo ‘in situ’, en la propia almazara, evitando el coste en el transporte hasta las orujeras; además de poder utilizarlo como materia prima para la generación de energía eléctrica y térmica en la propia almazara mediante un proceso termoquímico denominado gasificación. Sería, en definitiva, un proceso cíclico que se realizaría íntegramente en la propia almazara”.

La principal ventaja del uso de una microturbina frente a un motor de combustión interna como tecnología de generación eléctrica es “que se dispone de mayor energía térmica en los gases de combustión, permitiendo el secado del alperujo en la misma almazara, a la vez que el producto seco se podría utilizar de nuevo como materia prima para la generación eléctrica en la planta de gasificación, abasteciendo las necesidades energéticas de las almazaras y reduciendo su factura eléctrica”.

Según este proyecto, la planta propuesta consta de una peletizadora, un gasificador de flujo descendente alimentado con orujo graso seco peletizado, una unidad de enfriamiento y limpieza del gas producto, una microturbina y un secadero de tambor rotativo. Además de la generación de energía eléctrica para autoconsumo con la microturbina, el proyecto destaca el aprovechamiento de los gases de escape calientes descargados a temperaturas cercanas a los 300 °C, que pueden utilizarse para el secado del alperujo en un secadero de tambor rotativo, lo que permitiría un funcionamiento autosuficiente de la planta de gasificación integrada.

La planta de gasificación se modeló utilizando el simulador de procesos Aspen Plus® y se validó con resultados experimentales y de otras simulaciones existentes en la literatura científica. En condiciones óptimas de funcionamiento, la eficiencia eléctrica de la planta propuesta es del 18,8%, mientras que la etapa de secado adicional permite alcanzar una eficiencia global del 51,0%. El consumo de electricidad de la peletizadora y de los equipos auxiliares representa el 10–20% de la generación neta de energía eléctrica de la microturbina.

Para los responsables de este proyecto, la planta de gasificación integrada se considera una opción interesante y potencialmente viable para que la mayoría de las almazaras puedan invertir en autosuficiencia eléctrica mediante la gestión y recuperación de sus residuos. El modelo desarrollado podría utilizarse para realizar evaluaciones económicas y de seguridad más detalladas con vistas a una posible planta a escala comercial.