La UAL, referente en transferencia e investigación agroalimentaria

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Javier de las Nieves.

El último ranking realizado por la Fundación CYD (Ciencia y Desarrollo) sitúa a la Universidad de Almería entre las diez primeras de España en investigación. La realización de 75 tesis doctorales, la publicación de 161 libros, la incorporación de 54 nuevos investigadores o la aprobación de 11 nuevas patentes, sumados a los contratos de investigación, avalan la razonable mente buena posición del sistema de l+ D +i de la UAL en el conjunto de las universidades españolas, según este estudio. En la siguiente entrevista, Javier de las Nieves, vicerrector de Investigación de la UAL, habla de estos resultados y de líneas de trabajo futuras en esta universidad.

Pregunta. ¿Qué valoración hace de este ranking?

Respuesta. Son unos resultados excelentes que ponen el énfasis en lo que entiendo que tiene que ser la Universidad: especializarse en unas líneas de trabajo y Almería, por su localización, debe primar investigaciones vinculadas con el sector agroalimentario, cubrir un espectro que es amplísimo. Esa es la línea en la que debemos ser fuertes y nos tiene que identificar como universidad. Pero también creo que es importante decir que este no es un trabajo que se hace en quince días o en un año. Es el resultado de una trayectoria de mucho tiempo, del trabajo que se ha venido desarrollando en este equipo de investigación a lo largo de años consiguiendo proyectos competitivos, de relación con las empresas del sector. Estos rankings no contemplan el último año o los dos últimos años, sino que la investigación es una labor a largo plazo que se tiene que mantener y requiere un esfuerzo importante y sostenido. Tenemos que felicitarnos como Universidad pero especialmente a los investigadores. Es importante que se reconozca ese trabajo y que se haga por parte de una Fundación a nivel nacional que no tiene nada que ver con Almería, que no es cercana, es importante porque se reconoce que la UAL está haciendo las cosas bien en un cierto nivel en investigación agroalimentaria.

P. En la situación actual, cómo puede afectar a esa evolución los recortes en investigación?

R. Está claro que siempre que hay este tipo de procesos de recortes, la ralentización siempre tiene un efecto mucho mayor a largo plazo y es muy grave. Se está diciendo a todos los niveles, desde las Sociedades Científicas, desde las Universidades, incluso desde organismos internacionales, que la disminución en la inversión en investigación, desarrollo e innovación, tiene un reflejo a largo plazo muy potente. Es un proceso de formación y de trabajo continuado que se ve interrumpido. Los países que antes han salido de la crisis, que siguen manteniendo unos niveles competitivos de su economía, son aquellos que han apostado claramente por la investigación, por la innovación, por la I+D+i. Deberíamos de aprender y fijarnos en eso y copiar modelos que nos puedan servir de referente. Tenemos que apostar por la investigación pública pero también tirar de la financiación privada, que es clave. Y eso requiere políticas de gobierno, estrategias a largo plazo, que haga que las empresas tengan una cultura donde vean el beneficio de esa apuesta.

P. Es el principio básico de la transferencia del conocimiento que se hace en la Universidad.

R. Totalmente. Tenemos que poner el énfasis en la transferencia, pero nunca olvidemos que si no hay investigación previamente, no habrá transferencia. Y que si no existe esa investigación, después no habrá innovación. Cuando se hace un contrato, un investigador no solo resuelve el tema de ese contrato, sino que, a su alrededor, genera muchísimo más conocimiento porque tiene que dar más respuesta y eso es básico en la relación Universidad-empresa.

P. Y la investigación requiere tiempo.

R. Efectivamente, pero si la relación con la empresa se mantiene de forma continuada, cuando surgen problemas puntuales, se pueden resolver también puntualmente.

P. En la UAL se ha trabajado mucho en los últimos años para estrechar esa relación con empresas, principalmente del sector agroalimentario, pero entiendo que queda mucho trabajo por hacer.

R. Así es. Es un camino que estamos iniciando realmente si nos comparamos con otros entornos y no me refiero a entornos cercanos, sino de fuera de nuestro país, a nivel europeo, por ejemplo. Debemos buscar esas similitudes y desarrollar una cultura de la colaboración que todavía no tenemos bien enraizada, no solo en la Universidad sino también en las empresas. Ese entendimiento hay que mejorarlo, tanto con el sector agroalimentario y como otros, como el de la piedra, con el que se han hecho muchos proyectos conjuntos. Desde la Universidad, recientemente se puso en marcha el Punto de Información a Empresas que servirá para mejorar esa interrelación.

P. Y supongo que para mejorar el conocimiento fuera del campus del trabajo de investigación que aquí se realiza.

R. Sí, porque hay un desconocimiento muy grande y creo que se debería difundir más toda nuestra actividad, también por una razón social: es nuestra obligación mostrar a qué nos dedicamos y en qué se invierte el dinero que llega a nuestras manos. Precisamente, ayer hablaba de esto en una reunión del Consorcio de Bibliotecas Universitarias Andaluzas, cómo hemos conseguido mejorar nuestros servicios con una reducción del 40% del presupuesto destinado a esta actividad. La unificación en un consorcio de todas las bibliotecas ha supuesto que las universidades más pequeñas tengan acceso a grandes fondos bibliográficos y a grandes editoriales, vía Internet o telemática, y que todos contribuyamos proporcionalmente a mantener ese tipo de conexiones, posibilidades y descargas. Al hacerlo conjuntamente, se ha conseguido pujar como un todo y conseguir precios mucho más competitivos. Ha habido, por ejemplo, un incremento del 230% en las descargas con un coste bajísimo.

P. Hace mes y medio se incorporó como vicerrector de Investigación. ¿Qué líneas de trabajo se ha planteado desarrollar?

R. Son las marcó el rector en la toma de posesión. Tenemos que seguir potenciando la transferencia y considerar al sector agroalimentario como prioritario para esta universidad, puesto que es el que tiene el mayor peso en el PIB de la provincia y el referente al que nos tenemos que dirigir prioritariamente. Pero esto no es solo por mandato estratégico del equipo de gobierno, sino porque tengo pleno convencimiento de que debemos hacer así las cosas.

P. ¿Hay alguna reunión con fecha concreta con empresarios?

R. Esperaremos a septiembre, pero nuestra idea es que con el nuevo director de la OTRI (Francisco Egea), vamos a ponernos en marcha para unir a todos los sectores para que consigamos un gran macro-proyecto europeo dedicado a la horticultura. Para ello, vamos a procurar que el sector productivo esté ahí y vamos a buscar a los mejores investigadores de la Universidad para hacer la propuesta.

 

 

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