La revista Journal of Archaeological Science: Reports ha publicado un estudio, realizado por expertos de las universidades de Alicante, Cantabria y Nuevo México, sobre la tumba de la “Dama Roja” de la cueva de El Mirón, en la que aparece el uso de ocres como un ritual de enterramiento, algo poco frecuente en el periodo Magdaleniense.
El estudio, encabezado por Romualdo Seva, director de la Unidad de Arqueometría de la Universidad de Alicante y participado por M. Dolores Landete y Jerónimo Juan, de la Universidad de Alicante; el catedrático Manuel R. Gónzalez, de la Universidad de Cantabria, y Lawrence G. Straus la Universidad de Nuevo México, revela que el uso de ocres encontrados en la tumba de la “Dama Roja” y en un gran bloque de piedra adyacente a la misma, en la cueva de El Mirón (Cantabria), proceden del monte Buciero y los relaciona con un ritual de enterramiento poco frecuente en el Magdaleniense Inicial.
Este estudio, tal y como publica la revista científica, “confirma la hipótesis del primer estudio realizado, en el año 2015″, sobre los ocres asociados al entierro de la “Dama Roja” que ya mostraba que el depósito funerario de la “Dama Roja” contenía óxidos de hierro y hematita idiomórfica que no provenían de fuentes cercanas al sitio, pero que posiblemente procedían del monte Buciero, en Santoña.
Estudio de los sedimentos de la tumba
“En esta segunda fase de estudio se analizaron los sedimentos de la tumba, las muestras tomadas durante la prospección en el monte Buciero, los depósitos de ocre encontrados en un gran bloque de piedra caliza inmediatamente adyacente a la tumba y, además, un área de la pared de la cueva adyacente al grabado de un caballo”, ha explicado Seva.
En este sentido, el investigador asegura que se puede “confirmar, según los diferentes análisis geoquímicos realizados, que el ocre encontrado en la tumba, se trajo desde el monte Buicero».
Además de la procedencia de los ocres y su datación, uno de los objetivos de este estudio fue el de “obtener toda la información posible que condujera a la relación del ocre utilizado en el entierro con el bloque de piedra caliza que se encontraba junto a la tumba”.
Según el investigador, “el bloque de piedra caliza adyacente a la tumba se había desprendido durante el período anterior al Magdaleniense Inferior, es decir, antes del entierro, y lo más sugerente es que la cara occidental del bloque tenía numerosos grabados lineales (incluida la posible representación de una vulva), que fueron cubiertos posteriormente”.
Técnicas instrumentales y analíticas
El equipo de investigación empleó diferentes técnicas instrumentales y analíticas que demostraron que el ocre utilizado en el entierro fue transportado desde el monte Buciero, en Santoña, y que para pintar la cara oriental del bloque, en el área contigua a la tumba, utilizaron el mismo tipo de ocre que en el entierro, pero con la adición de microfragmentos de hueso. Presumiblemente, estos microfragmentos contenían algún aglutinante, no detectado, de origen animal o grasa vegetal.
Además, descubrieron que el ocre utilizado en el pigmento en la pared pintada del vestíbulo, adyacente al enterramiento y donde se localiza la imagen de un caballo, se pintó con óxidos de hierro distintos (goetita sometida a temperatura), con un tono más rojo y una granulometría extremadamente fina.
Igualmente, los investigadores detectaron que los ocres utilizados en los estratos superiores de la tumba “eran completamente diferentes, tanto en su elaboración como en su granulometría y composición, y que la pintura en el bloque también presentaba importantes diferencias con el pigmento adyacente del vestíbulo de la cueva”.
Estas diferencias “confirman que el bloque pintado anexo a la tumba está directamente relacionado con el entierro de la “Dama Roja” y su tinción, sin duda, forma parte del ritual asociado con el enterramiento”.
“El hecho de que la “Dama Roja” recibiera un entierro, cuando no hay otra evidencia de entierro de cadáveres completos en todo el Magdaleniense en la Península Ibérica, sugiere que recibió un tratamiento especial», tal vez por ser “una persona importante dentro del clan”.