El Departamento de Fonoaudiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile comenzará una investigación con un grupo de treinta personas mayores con dificultades auditivas que necesitan usar audífonos clínicos. La premisa es que mediante un entrenamiento musical y un software desarrollado por los mismos investigadores aprendan a procesar la nueva información que recibe su cerebro y mejoren así su adherencia a este aparato electrónico.
En la silenciosa lucha contra la pérdida auditiva, una parte significativa de la población más vulnerable se ve afectada por un problema aún más desolador: la renuncia a los audífonos, una herramienta que podría mejorar su calidad de vida. Los adultos mayores, quienes normalmente enfrentan dificultades para escuchar debido a la pérdida auditiva, a menudo deben recurrir a estos dispositivos para recuperar la conexión con el mundo que los rodea. Sin embargo, lamentablemente, un creciente número de ellos abandona este recurso invaluable, pues no se acostumbran a usarlo.
Para solucionar este problema, un grupo de investigadores del Departamento de Fonoaudiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile está reclutando participantes para una inédita investigación que usará un entrenamiento musical y audífonos con el fin de favorecer la incorporación de esta herramienta tecnológica entre las personas mayores.
El estudio, liderado por Adrián Fuente, profesor del Laboratorio de Audiología y Ciencias de la Audición de la U. de Chile, se extenderá por cinco semanas, en las que treinta personas mayores serán entrenadas mediante melodías y diversas frecuencias para que aprendan el uso e incorporen en su vida cotidiana estos instrumentos. El programa incluye la entrega gratuita de los audífonos a los participantes.
“El estudio es completamente nuevo. Estamos viendo si un entrenamiento musical podría mejorar la adhesión a los audífonos en adultos mayores. Para el adiestramiento sonoro propiamente tal, las personas tienen que ir cinco veces a la Universidad a una sesión grupal de cinco personas, quienes recién han sido adaptadas o ajustadas con audífonos, y se les enseñarán aspectos generales de música, especialmente acerca de percepción musical”, explica el profesor Fuente.
A los participantes se les entregará un equipamiento tecnológico de audio para que se lleven a la casa y continúen este entrenamiento usando un software que desarrollaron los mismos investigadores de la Facultad de Medicina. “Desarrollamos un programa computacional para que las personas trabajen todos los días en su hogar. Deben practicar con este programa durante 15 minutos, seis veces a la semana, con un día de recreo, con el audífono puestos y utilizando unos parlantes que también les facilitaremos”, agrega el profesor.
“Existe en paralelo un grupo de control. También son personas adultas mayores, a quienes les ponemos audífonos, pero no reciben entrenamiento musical. Tienen las mismas sesiones semanales con el mismo facilitador que hace el entrenamiento musical, pero ven otras cosas, no es un entrenamiento de percepción musical. Ahí comparamos, es como un placebo, digamos”, agrega el investigador de la U. de Chile.
¿Cómo funciona este adiestramiento sonoro?
Una de las razones del alto porcentaje de abandono es que estos aparatos solo suben el volumen de los sonidos, pero no ayuda a los usuarios a procesar esta nueva información. “La pérdida auditiva relacionada a la edad y al envejecimiento no es solamente que el adulto necesite más volumen, sino que además necesita mejorar el procesamiento de la información. Entonces, como la música es muy rica tanto temporalmente como frecuencialmente, y estudios previos han demostrado que el entrenamiento musical mejora el procesamiento auditivo, se nos ocurrió esto: combinar audífonos con entrenamiento musical por el efecto positivo que tiene este entrenamiento musical en el procesamiento auditivo”, detalla Fuente.
Esto es más que poner a los participantes a escuchar canciones, lo que harán los investigadores es entregarles estímulos relacionados con la música. Uno de los ejercicios consiste en oír distintas melodías e intentar diferenciarlas. También serán expuestos a sonidos con aspectos frecuenciales disímiles, que difieren en frecuencia, en altura y en duración, entre otros elementos.
Análisis cualitativo: calidad de vida
El estudio tiene una parte más cualitativa con entrevistas a los participantes para ver su percepción en cuanto a la estigmatización de la sordera y también en cuanto al proceso y los efectos positivos de este entrenamiento. La profesora del Departamento de Fonoaudiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Patricia Junge, antropóloga social especialista en temas de salud, está a cargo de esta arista.
“Mi labor en este estudio es entrar en la parte evaluativa del impacto de la intervención. Lo que yo hice fue diseñar, especialmente para este estudio, un cuestionario de preguntas cualitativas, es decir, preguntas abiertas, que lo que busca es indagar en la experiencia de las personas mayores que están adaptándose, incorporando en su vida el hecho de la pérdida auditiva asociada al deterioro que viene con la vejez y la necesidad de usar ayuda auditiva en forma de audífonos para poder mantener su calidad de vida y seguir funcionando”,
En ese sentido, el cuestionario que desarrolló tiene preguntas que apuntan, por un lado, al uso del audífono junto con la terapia auditiva. Porque este estudio lo que busca es indagar si la terapia auditiva coadyuva a la adherencia a los audífonos. “Entonces, lo que estamos buscando es ver con qué otros elementos se podría lograr una terapia que logre mayor adherencia, que logre mayor continuidad y que logre que los audífonos se integren de manera adecuada y exitosa en la vida de las personas. Si recibiendo una terapia que acompaña la adaptación al audífono con terapia auditiva musical, en qué medida eso ayuda, por un lado, a ajustar mejor, acomodarse mejor al aparato y, por otro lado, a sentirse mejor, a sentir que el audífono es algo que se incorpora en ti, en tu cuerpo, en tu vida, de una manera más natural”, dice la profesora Junge.
Ayudar a las personas a usar sus audífonos clínicos pareciera algo simple, pero significa un salto en la calidad de vida muy importante no solo para los individuos, sino que para toda la sociedad. “La calidad de vida tiene que ver con que las personas no solamente reciban las ayudas necesarias para poder seguir viviendo de manera funcional y digna, sino que también funcional y digna en relación a su curso de vida. No es solamente para que las personas mayores puedan pasarlo bien, sino que para que sigan participando en la sociedad, porque la sociedad lo necesita. Bueno, para eso necesitas poder estar conectado con el entorno de manera eficiente, es decir, poder ver, poder escuchar, poder moverte. Los sentidos son los que nos conectan con el entorno”, añade la académica.
Próxima etapa: análisis cerebral
Este es un proyecto FONDEF y cuenta con la aprobación del Comité de Ética en investigación en seres humanos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Si los resultados son los esperados, la idea es continuar con el estudio y a futuro ver con mucho más detalle qué cambios cerebrales ocurrirían con el entrenamiento musical más el audífono.
“Si la persona percibe mucho mejor el habla es porque hay un cambio a nivel cerebral, sin duda. Entonces, nuestra idea sería seguir y hacer un estudio similar, pero con técnicas un poco más avanzadas para ver qué tipo de cambios y a qué nivel ocurren en el cerebro”, dice el profesor.