Uno de los problemas para cumplir con la accesibilidad de las personas sordas suele ser la falta de presupuesto para contratar intérpretes en lengua de signos. Este problema podría tener solución con la mano robótica desarrollada por la Universidad Nacional de Colombia, que es capaz de traducir una conversación al lenguaje de signos.
Un sensor flex es una banda elástica que imita los movimientos de los dedos de la mano. “Si lo doblo o hago un movimiento de flexión es el mismo que va a hacer la mano robótica”, explicaron sus creadores Andrés Felipe Torrijo, Gustavo Montero, Diego Jaramillo y Eduar Díaz.
Cómo es esta mano robótica
El prototipo de mano robótico está conformado por palma, falanges y tendones, a manera de cables acoplados a un motor. El material es de ABS (plástico) y está controlado por un dispositivo denominado arduino, que es un controlador programable. El modelo de la mano robótica se hizo en computador y se imprimió en 3D.
El artefacto fue desarrollado en la asignatura Procesos de Manufactura con el fin de realizar un aporte tecnológico, con diseño propio, de bajo costo y, por tanto, más asequible para las personas de escasos recursos.
El estudiante Torrijo afirma que la robótica aplicada a la medicina ha tenido un gran avance y varias las especialidades médicas se han visto beneficiadas con el empleo de robots cada vez más precisos, que ofrecen mayores posibilidades para el diagnóstico y tratamiento de varias enfermedades, así como la asistencia para la rehabilitación de pacientes y la suplencia de funciones.
Qué funciones cumple esta mano robótica
“Con la mano robótica se busca enseñar lenguaje de señas a las personas que no lo saben y mejorarlo a los que ya lo implementan. Asimismo se busca que los nuevos estudiantes exploren en nuevos modelos de manos robóticas y que vayan mejorando sus técnicas”, recalca.
Por su parte, el estudiante Montero relata que “el desarrollo de la robótica ha permitido crear prótesis inteligentes, elementos artificiales dotados con un cierto grado de autonomía que permiten suplir funciones de manera parcial o total de miembros amputados como resultado de un accidente o tras algún tipo de lesión”.
Para el diseño de prototipo se tuvo en cuenta lo indicado por la Asociación Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación, la cual estima que la incidencia de amputación en extremidades superiores en el país es de 65 a 100 personas por cada 100.000 habitantes. La cifra se calcula teniendo en cuenta que aproximadamente un 10 % de la población tiene algún tipo de discapacidad y que entre el 5 y 10 % de los discapacitados son amputados, y de estos un tercio son amputados de extremidades superiores.
El profesor Juan Jairo Vaca González enfatiza en que “esta no solo buscaba fortalecer las capacidades de los estudiantes para generar proyectos haciendo usos de diferentes ramas de la ingeniería mecatrónica, sino que se dan como proyectos que se pueden aplicar en la solución de diferentes situaciones o problemáticas de la región”.
Desde el área de mecatrónica se han realizado otros proyectos, entre ellos una cabina fotocatalítica (para mejorar procesos en la producción de procesos y biomateriales), una simulación de celdas de manufactura (enfocado a procesos de diferentes productos), y un sistema acuapónico automatizado (para hacer uso de la piscicultura).
Al respecto, la profesora Ibeth Cristina Romero Calderón, directora de Investigación y Extensión de la UNAL Sede de La Paz, expresó que “la actividad es importante porque además de visibilizar el modelo de aula laboratorio de innovación académica de nuestra sede, también es un espacio para propiciar y fortalecer redes con actores locales y nacionales que nos permitan dar a conocer lo que estamos trabajando bajo la mentoría de los docentes”.