La guía más avanzada para la intervención logopédica en trastornos cognitivos de la edad

Esta guía ofrece una visión nueva de la intervención logopédica en este tipo de trastornos y propone un cambio de modelo hacia el cuidado a largo plazo.

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El incremento de la esperanza de vida y de la población mayor lleva consigo el incremento de casos de trastornos cognitivos. Para afrontarlos, la intervención logopédica es una las estrategias más empleadas, pero muchos profesionales se encuentran algo perdidos a la hora de aplicarlos. Para ellos, la Universidad de Valladolid ha publicado una guía que ofrece una visión nueva de la intervención logopédica en este tipo de trastornos asociados a personas de edades avanzadas.

Las personas mayores empiezan a manifestar estos trastornos con lo que se conoce como el síndrome de la punta de la lengua.

Esta guía pretende ser un cambio de modelo en la atención, porque el foco hay que ponerlo en cuidar a largo plazo, y no en curar. Tenemos que pasar de ver al paciente a encontrarnos con la persona”, de esta manera sintetiza una de sus autoras y profesora de la Universidad de Valladolid, Nieves Mendizábal de la Cruz, el objetivo de la Guía de Intervención logopédica en los trastornos neurocognitivos y del envejecimiento.

Qué se pretende con esta guía de intervención logopédica en trastornos cognitivos

Se trata de un libro con el que se pretende un abordaje de la intervención logopédica integral basado en la persona, en la que se fomenta una atención individualizada logopédica de la población con trastornos neurocognitivos y del envejecimiento y, sobre todo, de carácter preventivo.

Sus autores son las profesoras titulares de la Facultad de Medicina de la UVa Nieves Mendizábal de la Cruz (Lingüística General) y Natalia Jimeno Bulnes (médico psiquiatra), junto a Carolina Sánchez Gil y Enrique González Martín, ambos logopedas profesionales y profesores asociados del Grado de Logopedia de la UVa.

“Las personas mayores que mantienen una vida normal y no tienen alteraciones en la comunicación ocurre que por la edad, y aunque tienen mucho vocabulario, padecen un enlentecimiento del acceso a las palabras, a lo que queremos denominar, lo que se llama “punta de la lengua”, explica Nieves Mendizábal.

Cuando esos estadios son muy frecuentes y dificultan la comunicación se convierte en una patología léxica que se llama “anomia”, que ocurre en una persona mayor sana. Y esta es una de las líneas de atención de la guía, aunque también está orientada al envejecimiento patológico, desde el deterioro cognitivo leve, que son los primeros estadios, hasta el moderado o grave, en las que se encuentran enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, demencia senil, entre otras, en las que hay alteraciones del lenguaje de diversos tipos. Y además “se trata de intervenir en distintos estadios de la enfermedad”, explica Natalia Jimeno.

Qué se debe hacer en casos de problemas del lenguaje asociados al deterioro cognitivo propio de la edad

Hay muchas investigaciones que avalan la atención temprana. “Una persona mayor que comienza con un deterioro cognitivo leve, si no tiene una intervención logopédica inicial va a pasar rápidamente a estadios avanzados de la enfermedad, pero si en esa misma persona su familia o él mismo detecta estadios de punta de la lengua (PDL) y tiene una intervención básica, la enfermedad se detiene o se ralentiza, porque una vez que se ha perdido ya es imposible recuperarlo”, explican sus autoras

“La logopedia se centraba antes en la intervención en niños, sin embargo, ahora el papel del logopeda ha cambiado”, comentan. De hecho, señalan que, por ejemplo, en las intervenciones de una persona que ha padecido un ictus, la rehabilitación se centraba mucho en la capacidad motora y menos en el lenguaje, pero “casi es más importante para esa persona comunicarse”. “Además es fundamental facilitar la comunicación de esa persona con su entorno”, matiza Natalia Jimeno. «En el capítulo seis explicamos- aclara Nieves Mendizábal- que una buena comunicación entre cuidadores, familiares, médicos y pacientes repercute en una buena intervención logopédica y una buena recuperación del paciente”.

Natalia Jimeno (izquierda) y Nieves Mendizábal, dos de las autoras y profesoras titulares de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.

Qué se ofrece en esta guía

La guía tiene una parte introductoria en la que se habla del envejecimiento desde el punto de vista médico para pasar a un segundo capítulo centrado en el envejecimiento y el lenguaje. Los siguientes capítulos son de tipo práctico, y uno de ellos, muy amplio, está dedicado a la evaluación logopédica en el envejecimiento, en la que se incluyen las distintas pruebas estandarizadas y no estandarizadas de evaluación del lenguaje, con una revisión de todas ellas.

Los capítulos cuarto y quinto están dedicados a la intervención logopédica, y contiene muchas actividades, prácticas y ejercicios. En concreto, el cuarto se refiere a la población mayor sana y el quinto, a la población envejecida con patologías, con demencias. “Hemos metido muchas fotografías y recursos visuales para que el logopeda pueda ponerlo en práctica con sus pacientes en su consulta”, matiza Nieves Mendizábal.

La guía finaliza con una parte importante que casi siempre se olvida y es la de las familias y cuidadores. “Se dan a los familiares unas pautas de comunicación, pero detalladas para facilitar que la persona se exprese o que comprenda mejor, que atienda la comunicación verbal y no verbal, porque también los gestos son importantes”, añade Natalia Jimeno, quien aclara que se incluyen actividades que pueden hacer los familiares y cuidadores y, además, se aportan las recomendaciones sociosanitarias que hace un logopeda a un centro sociosanitario, institución o asociación.

En todos los capítulos se añade un caso clínico de intervención logopédica. La guía también está pensada para la docencia, por lo que se incluyen al finalizar en cada uno de ellos una autoevaluación para el alumno.