Un estudio de la Universidad de Murcia refleja que las personas con discapacidad física y/o sensorial consideran, al igual que las trabas institucionales, la falta de confianza como principales aspectos que dificultan el emprendimiento. El equipo de investigadores liderados por Pilar Ortiz García y Ángel Olaz Capitán, analizan el emprendimiento de este colectivo a través de una serie de competencias en el marco del proyecto ‘Discapacidad y Emprendimiento. Análisis Competencial’.
Así mismo, destacan principales limitaciones para estos emprendedores, como son la falta de líneas de financiación y de recursos particulares para cada tipo de discapacidad. Se hace necesaria, por tanto, la existencia de más medios humanos y técnicos, insisten los representantes de asociaciones, como es el caso de los traductores de lengua de signos. De igual modo, los resultados muestran una carencia en la oferta formativa de emprendimiento adaptada a este colectivo.
En la fase cualitativa del estudio se han identificado las dimensiones más importantes que, ya fueran como efectos limitadores o incentivadores, inciden en la capacidad para emprender de las personas con discapacidad. Así lo motivan los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que para 2016, recogía una tasa de actividad de las personas con discapacidad del 32%, mientras que la de las personas sin discapacidad es del 78%.
Los investigadores matizan: al hablar de emprendimiento como empleo autónomo, según los mismos datos del INE, la tasa de personas con discapacidad baja hasta el 12%, y en personas sin discapacidad se mantiene en el 16’7%. “Las personas con discapacidad tienen mayores dificultades para crear empresas”, explica la investigadora de la UMU, Pilar Ortiz García, que añade que la edad también es un condicionante: “Cada vez se emprende con más edad, un problema en personas con o sin discapacidad, lo que hace que la empresa tenga menor recorrido”.
El análisis ha sido posible gracias a la Técnica de Grupo Nominal (TGN) y a las entrevistas en profundidad realizadas a distintos perfiles relacionados con el colectivo de los discapacitados (personas con discapacidad, profesionales del sector, representantes políticos y de asociaciones, etcétera). De esta manera, los resultados apuntan a varios factores, entre los que los responsables destacan los de carácter institucional-legal, personal-psicológico, y socioeconómico.
Adaptabilidad y normalización
Con el objetivo de diseccionar las competencias y averiguar cuáles potencian el emprendimiento, se adaptó el test ECI (Emotional Competence Intelligence). Entre ellas destaca la adaptabilidad como una de las más importantes. “Es el medio el que debe adaptarse a la persona con discapacidad, no al contrario. Y poner los medios necesarios para que esa adaptabilidad se lleve a cabo”, resalta el sociólogo y profesor de la UMU Ángel Olaz. Además, se identificaron otras competencias tales como el optimismo, la capacidad de logro y la empatía.
El equipo de investigadores señala que es imprescindible la normalización. “Si nos atenemos a los datos, esa normalización no existe”, precisa la investigadora Ortiz. En este sentido, existen una serie de actuaciones que pueden contribuir a una mejor inserción al colectivo de personas con discapacidad, como es el acceso a la información de recursos públicos y privados, y la adaptación de puestos de trabajo y programas para dar a conocer las posibilidades reales del emprendimiento en personas discapacitadas.
Manuela Avilés, investigadora de la UMU y coordinadora de esta fase del proyecto, en la que las entrevistas en profundidad han tenido una presencia destacada, señala la importancia de trabajar el empoderamiento desde una perspectiva psicológica, “de lo importante que es para ellos sentirse apoyados y acompañados, sentirse capaces en todo momento”. La empatía a través de los familiares, pero también de las asociaciones y desde la Administración es una cuestión clave.
Actualmente el proyecto de investigación se encuentra en la fase cuantitativa, a través de una encuesta nacional en la que ha de destacarse el patrocinio de la ONCE y de otras organizaciones como FAMDIF – COCEMFE y CERMI. A través de un cuestionario diseñado a tal efecto, los expertos determinarán con mayor precisión los aspectos que limitan el emprendimiento, así como las competencias en materia de emprendimiento que permitirán revertir tal situación
Los resultados de la fase cualititativa han sido publicados en el monográfico ‘Discapacidad y Emprendimiento. Dimensiones y contextos interpretativos en clave cualitativa’.
Este proyecto, iniciado en 2016 y financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, cuenta con un equipo interdisciplinar formado por 20 investigadores de la Universidad de Murcia (departamentos de Sociología; Organización de Empresas y Finanzas; Hacienda y Economía del Sector Público y Economía Aplicada) y de la Universidad Politécnica de Cartagena (Departamento de Economía de la Empresa)