Mens sana in corpore sano, se podía leer en las Sátiras de Juvenal de la antigua Grecia. Esta frase se enmarca en un alegato que remarcaba la importancia de contar con un equilibrio mental y físico, como una de las fórmulas ideales para acercarse a la felicidad y el equilibrio personal.
Es una de las frases más repetidas y que ahora puede utilizarse para hacer referencia a un estudio de en el que Carlos López Aragón y Belén Rueda Villén, del Departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada, han comprobado científicamente que contemplar espectáculos de danza y teatro no solamente es bueno para el espíritu, sino también para la salud física.
Los investigadores granadinos analizaron por primera vez desde un punto de vista científico cuál es el impacto emocional y fisiológico que ejercen sobre los espectadores las artes escénicas. Han conseguido demostrar que asistir con frecuencia a este tipo de espectáculos revierte positivamente en la calidad de vida y la salud de las personas, ya que las artes escénicas actúan como factor de prevención de enfermedades cardiovasculares y emocionales.
La conclusión ha sido extraída tras un experimento en el que los investigadores expusieron a un grupo de alumnos de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la UGR a un espectáculo de la compañía de danza-teatro Zen del Sur. A los espectadores se les registró la frecuencia cardiaca durante el espectáculo y se les pasó un cuestionario para medir su estado de ánimo en el transcurso de la función.
Los resultados del análisis demostraron que los participantes reaccionaron fisiológica y emocionalmente a las diferentes escenas del espectáculo. Su frecuencia cardiaca aumentó en los momentos de mayor tensión de la obra y se redujo en los que la música y los movimientos de los artistas se realizaban a un ritmo más pausado y lento.
“Nuestro trabajo ha confirmado que existe una correlación directa entre el impacto emocional y el fisiológico, es decir, entre lo que los espectadores afirmaban haber sentido de forma subjetiva al presenciar el espectáculo (independientemente de que éste les gustara o no) y lo que la medida objetiva de su frecuencia cardíaca nos indica”, explican los investigadores.
Los investigadores de la UGR se muestran convencidos de que “es posible modificar el estado de ánimo del espectador mediante la danza y la música, y de que el contacto con este tipo de actividades artísticas puede incidir positivamente sobre la salud. Este es un recurso que la Ciencia debe aprovechar para elaborar programas de intervención que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas”, apuntan.
Este trabajo de investigación está en la línea de los que intentan demostrar la correlación de las emociones con respuestas en el organismo, y sus responsables están convencidos de la necesidad de que se incida más en este tipo de investigaciones.
La química de las emociones
De la misma manera que este trabajo ha demostrado que las respuestas emocionales de un espectador tienen una componente fisiológica, otro trabajo de la UGR puso de manifiesto que hasta el ‘duende flamenco’ está representado por una reacción del organismo. Una trabajo del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la UGR localizó el ‘duende’ de los bailaores.
Los investigadores comprobaron cómo la nariz y los glúteos se enfrían al bailar, después de someter a varios artistas a pruebas de termografía, para comprobar los cambios de temperatura en el cuerpo en plena actuación.
Esta reacción, que en el experimento se dio cuando bailaban y también, pero en menor medida, mientras veían vídeos en los que otras personas lo hacía está relacionada con la activación de diversas áreas cerebrales, habilidades técnicas y empatía de los participantes en el estudio.
Ambos trabajos, uno en el campo del ejercicio físico y otro en el de la Psicología, ponen de manifiesto que el arte, tanto como protagonista como espectador, es capaz de movilizar mucho más que la emoción; llega a alterar las constantes fisiológicas que redundan en beneficios para el organismo, lo que viene a dar una explicación de por qué todas las civilizaciones se han sentido fascinadas por todo tipo de manifestaciones artísticas.