Un estudio demuestra que la compresión de la medula espinal causada por las hernias cervicales, no solo produce alteraciones por debajo de la lesión, sino que también se pueden llegar a producir daños importantes a nivel cerebral. La investigación ha sido llevada a cabo por un equipo multidisciplinar de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER BBN), en colaboración con la Empresa Inscanner SL y el Servicio de Neurocirugía del Hospital General Universitario de Alicante.
El estudio se ha publicado en la revista científica European Radiology. El coautor de la publicación y director del Grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, Eduardo Fernández Jover, explica que más del 80% de las personas mayores de 60 años tienen desgaste de la columna vertebral a nivel cervical. La mayoría no experimenta síntomas, pero a veces este desgaste puede dar lugar a dolor y rigidez de cuello y, también, a hormigueo y entumecimiento en los brazos. En algunos casos también se pueden afectar las piernas y pueden aparecer incluso dificultades para caminar, así como otros síntomas como alteraciones en el control de esfínteres. Todos estos problemas son consecuencia de la compresión de la medula espinal o de las raíces nerviosas que salen entre las vértebras, por lo que hasta ahora la atención médica se había centrado fundamentalmente en lo que pasa por debajo de la lesión.
Según la coautora y miembro del equipo de Inscanner SL Ángela Bernabeu, uno de los retos más importantes ha sido aplicar herramientas y técnicas de neuroimagen médica avanzadas para tratar de comprender mejor lo que sucede en el cerebro de pacientes crónicos con lesiones compresivas por hernias cervicales. Estas técnicas han permitido estudiar tanto la corteza cerebral como las fibras nerviosas de sustancia blanca y los patrones de conexión entre las distintas áreas cerebrales, lo que permite detectar cambios patológicos no observables en los estudios de resonancia magnética convencionales.
Los resultados del estudio demuestran que también existen cambios a nivel cerebral y en las vías de comunicación de las señales cerebrales, que se manifiestan sobre todo por atrofia cortical y daños en la corteza sensorial y motora. Estos cambios, que se desconocían hasta ahora, pueden ayudar a comprender mejor la evolución clínica de muchos pacientes y abrir nuevas vías de diagnóstico y tratamiento de esta patología tan frecuente.
Los investigadores destacan que este tipo de estudios avanzados de neuroimagen cerebral generan una gran cantidad de datos de cada paciente, por lo que han tenido que recurrir a técnicas de inteligencia artificial para analizar toda la información. En el futuro, este tipo de análisis mediante inteligencia artificial podría utilizarse para identificar pacientes con lesiones compresivas de la columna cervical operables e incluso establecer el momento más adecuado para la cirugía.
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