Un estudio realizado por investigadores del Área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche describe, por primera vez, la comunidad de carroñeros vertebrados del Desierto del Gobi en Mongolia, así como los factores que afectan a su consumo. El trabajo, publicado recientemente en la revista Journal of Arid Environments, pone de manifiesto la importancia de este recurso para numerosas especies, algunas de ellas gravemente amenazadas.
En concreto, en el estudio han participado los investigadores de la UMH Adrián Orihuela Torres, Zebensui Morales Reyes, Juan Manuel Pérez García, Lara Naves Alegre, José Antonio Sánchez Zapata y Esther Sebastián González.
En julio de 2019, un equipo de investigadores del Área de Ecología de la UMH realizó una expedición al Desierto del Gobi con el fin de estudiar la comunidad de carroñeros de la zona, hasta ahora desconocida. Este prístino ecosistema desértico nunca había sido estudiado, entre otros motivos, debido a la difícil logística (escasez de carreteras, transporte y hospedaje) y las duras condiciones climáticas de la zona (temperaturas extremas que alcanzan los 40 °C en verano y -49 °C en invierno). Para la realización del estudio, los investigadores contaron con la colaboración de familias nómadas, con las que contactaron gracias a la guía local, así como con ayuda del conductor.
Para registrar las especies de carroñeros, el equipo investigador de la UMH monitorizó y estudió un total de 22 cadáveres de distintos tamaños (cabras y pollos), que cedieron los pastores nómadas de la zona y que se localizaban en dos tipos de hábitat: la montaña y la estepa. En el estudio aparecieron ocho especies de carroñeros y, de estos, tres especies fueron buitres (negro, quebrantahuesos y del Himalaya) y cinco especies fueron carroñeros facultativos; es decir, especies que se alimentan de presas vivas y de carroña (que incluyen aves como el águila esteparia o el cuervo, así como mamíferos como el zorro rojo, el zorro Corsac o perros). Las especies más abundantes y que más carroña consumieron fueron los buitres, particularmente el del Himalaya y el negro.
Sin embargo, los mamíferos, también, desempeñaron un papel importante en el consumo de carroña, ya que fueron los primeros en detectar los cadáveres en la mayoría de los casos y, además, aparecieron en más carroñas que las aves, en especial las dos especies de zorros. Además, los investigadores observaron que el tamaño de la carroña sí repercutió en la abundancia y en la tasa de consumo de las carroñas. En concreto, las más grandes albergaban un número mayor de carroñeros y se consumían de manera más eficiente (es decir, más kilogramos consumidos por día). Sin embargo, no detectaron diferencias en los patrones de consumo entre los tipos de hábitat estudiados.
De forma paralela, los investigadores realizaron censos de rapaces para determinar la importancia del recurso de la carroña para este grupo de aves. En los censos se registraron siete especies de rapaces, entre las que se encuentran el halcón sacre o el águila esteparia, catalogadas en peligro de extinción, y el milano negro o el busardo mongol. De estas siete especies registradas, más de la mitad aparecieron consumiendo carroña.
Los resultados obtenidos resaltan el importante servicio ecosistémico (la eliminación de carroña) que ofrecen los carroñeros en ecosistemas tan extremos como este. Asimismo, pone de manifiesto la importancia que tiene este recurso para las poblaciones de especies de rapaces amenazadas y cómo los pastores nómadas tradicionales que aprovechan estas tierras juegan un papel clave en la conservación del ecosistema y de las especies que lo habitan.
Enlace al artículo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140196321000756