Definir el papel que juegan las bacterias y hongos del suelo en el crecimiento de la vegetación en los depósitos mineros de la Sierra de Cartagena-La Unión ha sido el objetivo principal de la tesis doctoral que ha presentado la alumna del programa Técnicas Avanzadas en Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Yolanda Risueño García. La tesis ha sido dirigida por el profesor de la Escuela de Agrónomos, Héctor Conesa y por César Petri, investigador del IHSM-UMA-CSIC de Málaga, y se encuentra incluida en el Proyecto Micromin del plan nacional de I+D+i.
La tesis se ha centrado en identificar aquellos grupos de bacterias y hongos que aparecen de modo espontáneo en los residuos mineros y en cómo interaccionan con las plantas para facilitarles su establecimiento. Según los resultados expuestos por la ya doctora, la presencia de estos microorganismos facilitadores resultaría esencial para que las plantas puedan crecer, ya que las protegen de los efectos tóxicos de los metales o de la elevada salinidad que presentan los residuos mineros. Además, los microorganismos identificados juegan un papel muy importante en la provisión de nutrientes a sus raíces.
Capacidad para desarrollarse en ambientes extremos
“Muchos de estos microorganismos presentan una extraordinaria capacidad para desarrollarse en ambientes extremos, por lo que la posibilidad de emplearlos en labores de revegetación de antiguas zonas industriales degradadas resultaría una herramienta muy eficaz debido a su resistencia y capacidad para asociarse a diferentes especies vegetales”, subraya la doctora Risueño.
La tesis concluye también que la adición de enmiendas tipo compost puede acelerar la regeneración de los suelos, ya que tiene efectos muy positivos al potenciar la actividad microbiológica y favorecer el establecimiento de la vegetación.
Risueño aclara que este tipo de técnicas de baja intervención son más apropiadas para los residuos mineros situados en zonas alejadas de núcleos de población, ya que no buscan eliminar totalmente el riesgo medioambiental, sino reducirlo. “Para aquellos residuos mineros situados en los entornos de los núcleos poblacionales debería optarse por intervenciones más drásticas de sellado o eliminación, ya que el riesgo para la salud de las personas justifica el acometer mayores inversiones”, comenta.