Ambiente de expectación en una mezcla de boomers, millennials, la generación X y Z es lo que se vivió anoche en el salón de actos del Edificio The Green Ray, donde más de 100 personas asistieron a la Fuckup Night de Link by UMA, un encuentro con emprendedores que explican con mucho humor los tropiezos o fracasos que han tenido en su carrera y cómo han sabido continuar con la lección aprendida. La premisa: “No hay mal que por bien no venga”.
El acto fue inaugurado por Rafael Ventura, vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento de la UMA; Francisco Salas, gerente de Promálaga, y Rocío García, CEO de RGD Factoría de Proyectos. Todos destacaron lo importante que es normalizar el fracaso como parte de la vida y agradecieron a los ponentes su generosidad “al trasladar esos malos momentos para ayudarnos a todos a mejorar”, en palabras de Ventura.
El primer testimonio corrió a cargo de Mari Carmen López, actual directora de marketing en Fiixit que, con 21 años, ganó todos los premios del entorno universitario de emprendimiento, lo que le dio pie a creer que tenía su vida resuelta. Sin embargo, de pronto se encontró ante el fracaso de su proyecto. Tardó en superarlo dos años, pasando por otras experiencias laborales hasta su actual puesto de responsabilidad. Su conclusión fue que esa experiencia de fracaso ha sido el mayor aprendizaje de su trayectoria hasta el momento.
En segundo lugar, intervino Pablo Ortuño, inversor y emprendedor compulsivo con varios proyectos iniciados, que tituló su ponencia “Necesitáis un CFO”. Con una empresa de éxito en marcha, inversores de su proyecto decidieron contratar un responsable financiero que les ayudase a controlar esa área y ahí empezó el drama, ya que con esta incorporación la empresa llegó al colapso financiero y al borde del cierre. Tras varios milagros en forma de créditos y ayudas, la empresa siguió adelante, pero el CFO no.
Para cerrar las intervenciones, Carlos Martín Guevara, doctor en Genética y CEO de la empresa Sombradoble, contó la experiencia de crear una nueva empresa turística pocos meses antes del Covid, hecho que la hizo totalmente inviable. Perdieron casi todos los apoyos hasta que pudieron salir a flote de nuevo. La capacidad de adaptación, la confianza en el proyecto y la resistencia ante una situación inesperada fueron las claves para conseguirlo.
El humor y las ganas de ayudar a todos los presentes hicieron que los asistentes se quedaran con ganas de más. Tras finalizar las intervenciones se hizo una pequeña actividad de ‘street scape’ con la app Exity y, por supuesto, hubo networking para compartir experiencias entre todos.
Las Fuckup Nights son eventos que se organizan en más de 300 ciudades del mundo y que en Málaga está liderado por Gaspar Digital y RGD Factoría de Proyectos, con el patrocinio de Promálaga del Ayuntamiento de Málaga y la apuesta de anfitriones como Link by UMA al convertirse en sede de un evento diferente dentro de las actividades habituales en el entorno empresarial malagueño.