La fisioterapia pediátrica se encarga de asesorar, tratar y cuidar a los menores que presentan una alteración general en su desarrollo, o desórdenes en el movimiento. Dado que la interacción de estos profesionales con menores que sufren de diferentes patologías potencia el desarrollo cognitivo y la superación de sus dolencias, una investigación propone que la relación vaya más allá de la atención pediátrica.
Once fisioterapeutas hispanoamericanas con amplia experiencia en el cuidado de menores que sufren de epilepsia y hemofilia, quienes además tratan a pacientes con quemaduras y que en general presentan problemas en las áreas sensoriomotoras, del lenguaje, cognitiva y socioafectiva, reúnen sus experiencias en el libro ‘Fisioterapia para niños/niñas, una propuesta desde el Sur‘.
La profesora Aydee Robayo Torres, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y editora de la obra, asegura que la investigación recoge las experiencias de fisioterapeutas latinoamericanas y está orientada a kinesiólogos, fisioterapeutas, estudiantes y personal del área de rehabilitación, quienes encontrarán aportes significativos para el cuidado de los pacientes.
“El libro es el resultado de un trabajo colectivo que comenzó antes de la pandemia, desarrollado pensando en que sí era posible realizar una propuesta en favor de cada menor que está representado en esta obra. En ese sentido, la obra va en contra de las apuestas hegemónicas que sueñan a los niños blancos, ricos y burgueses. Cada capítulo plantea un tema de interés, lleno de experiencias que se presentan en la práctica diaria”, indica la profesora Robayo.
La conclusión más importante es que la interacción fraterna con los menores les ayuda a superar sus debilidades, a enfrentar sus patologías y que, como profesionales, deben apostarle a una atención más humana. “El contenido del libro es único en su clase”, subraya.
En su turno, la profesora Mary Luz Ocampo indica que “cada capítulo capitaliza experiencias profesionales y personales de sus autoras, […] no solo terapeutas colombianas sino también de Argentina, Perú y Chile, y un elemento clave del libro es que además de brindar acciones orientadas a la intervención en condiciones patológicas dentro del ejercicio profesional, su fuerte es la función del movimiento corporal como objeto de estudio. En ese sentido, las apuestas que se presentan tienen como foco central la interacción con los niños, y cómo esto cambia sus vidas”.
Interacción en diferentes patologías
Uno de los capítulos, escrito por la profesora Lilia Matilde Perdomo, de la Universidad del Valle, se enfoca en el manejo fisioterapéutico de las quemaduras en la infancia.
“Recogí lo vivido diariamente y recordé situaciones que me marcaron y me enseñaron como profesional. Todos sabemos que las quemaduras tienen un impacto emocional, físico y familiar tanto en los niños como en las madres, quienes se dedican de lleno a los hijos y se aíslan del resto de familia”, explica la docente Perdomo.
Subraya además que “un mensaje que nos deja este capítulo es que la quemadura en los niños se puede evitar, que tenemos que trabajar desde nuestro quehacer para que no sufran estos accidentes, ya que la epistemología nos dice que el 80 % de los pequeños que se queman están bajo el cuidado de un adulto. Si este predice o identifica donde está el peligro, se puede evitar el accidente. La mayoría de los menores se quema con líquidos hirvientes, y desafortunadamente la quemadura no termina cuando cicatriza, sino cuando finaliza la etapa de crecimiento”.
Este capítulo profundiza en la relación del niño con la hospitalización, y por último en el manejo fisioterapéutico que se realiza en la fase aguda, la de recuperación, y en la reinserción.
En su turno, la profesora Lina Marcela Grimaldo Pérez asegura que su capítulo trata sobre la anatomía infantil: “todo el mundo considera que esta es la misma que en los adultos y no hay nada más alejado de la realidad. El desarrollo óseo, muscular y motor son diferentes, y en el libro trato de explicar cómo los profesionales podemos aportar desde la relación y el acompañamiento consciente y permanente a que los menores con diferentes patologías puedan superar estas barreras”.
La docente Sofía Verdugo León relaciona su experiencia en la terapia para niños con hemofilia: “este trastorno hereditario es poco conocido, y para los niños es difícil acceder a un tratamiento. El capítulo cuenta el proceso de la lucha, cómo hacer un proceso interdisciplinar para trabajar en favor de los menores, y de allí surgió la idea de que hay que tratarlos más allá de la patología, hay que pasar de ser solo terapeutas a convertirnos en la mano amiga que está ahí para superar las dificultades”.
Para concluir, las autoras aseguran que el libro “evoca el amor hacia los niños, el cariño de ver el conocimiento y la transformación que ha tenido la fisioterapia en la edad pediátrica, por lo que se convierte en un espacio de acercamiento a este campo investigativo”.