Quienes ayer se cruzaran por las calles de Murcia con Fernanda Pozo se habrán fijado sin duda en ella. Esta mujer de 94 años, obligada a desplazarse en silla de ruedas, paseaba con sus familiares exhibiendo ufana la banda de becaria que la distinguía como recién licenciada en Química.
El hecho, a su edad, es ya suficientemente llamativo, pero aún lo es mucho más si tenemos en cuenta que Fernanda Pozo Carreño había comenzado sus estudios en 1941, justo el año en el que se puso en marcha la facultad de Ciencias de la Universidad de Murcia, hace ahora 75 años.
Durante la década de los 40, Fernanda Pozo estudió en aquella Universidad de Murcia recoleta y casi familiar, reducida tan sólo al Campus de la Merced en el que sólo existía el edificio de la Facultad de Derecho y, posteriormente, el entonces flamante inmueble que acogió la Facultad de Ciencias.
En aquel incipiente Campus pasó Fernanda “algunos de los mejores años de mi vida”, cursando unos estudios en los que las mujeres eran francamente la excepción: “tuve cuatro compañeras en mi carrera, eran las únicas mujeres de la facultad”. Y teniendo a un cuadro de profesores “espléndidos”, entre los que sin duda destacaba la gran figura de Loustau, que había sido Rector de la Universidad de Murcia hasta poco antes: “Loustau era un ser excepcional, muy humano y gran profesor, algo fuera de serie”.
El secreto de la culminación con éxito de esta empresa después de tanto tiempo está claro: “ganas de aprender”, afirma convencida, “cuando éstas existen, no hay barreras”, comentó, al tiempo que se congratulaba de que ahora las mujeres se hayan incorporado con tanta fuerza a la Universidad y hayan demostrado su valía y “sus ganas de aprender cosas nuevas”.
Circunstancias personales hicieron que tuviera que abandonar la carrera en 1949, cuando sólo le quedaba una asignatura por aprobar, y ha sido ahora, 75 años después, cuando ha podido por fin ver culminado aquel antiguo sueño, ya que esta mañana, el Rector José Orihuela, le ha hecho entrega en la Convalecencia, sede del Rectorado, de su título de licenciada en Química A, en un acto en el que han asistido numerosas autoridades académicas y en el que ha estado acompañada por sus hijos y nietos.
El Decano de la Facultad de Química de la UMU, Pedro Lozano Rodríguez, ha tenido palabras de elogio para esta nueva titulada, que ha demostrado empeño, y que “fue a clase en unos momentos en el que la presencia de la mujer no era precisamente muy abundante”.
El Decano ha destacado el papel de la Facultad de Ciencias en la sociedad murciana durante estos tres cuartos de siglo de existencia, y ha asegurado que “la Facultad de Ciencias ha aportado desarrollo a la Región durante toda su historia”, y “siempre ha intentado formar a estudiantes que trajeran soluciones a las necesidades de esta tierra”.
Cuando Fernanda Pozo recibió la orla de su promoción, con las fotografías de quienes fueron sus compañeros y profesores, las insignias de su facultad y la Universidad de Murcia, la beca, y el título que la acredita como nueva licenciada en Química A, los asistentes prorrumpieron en un sonoro aplauso. Era el reconocimiento al tesón de una mujer muy especial cuando han transcurrido 75 años desde que atravesó por primera vez las puertas de aquella universidad.
Una nieta de la nueva titulada agradeció en su nombre a la institución el “haber hecho realidad una ilusión, y a ti, abuela, gracias por no perder la ilusión nunca”.
Clausuró el acto el Rector José Orihuela, que afirmó que “hoy se le entrega un título a una licenciada, que en cierto modo ya lo era hace muchos años”, y afirmó que, “a pesar del tiempo transcurrido, tenemos la suerte de que aun hemos estado a tiempo de hacer realidad aquel viejo sueño”.