Un grupo de más de 180 estudiantes del Grado en Educación Primaria de la Universidad de Granada realizará una campaña de plantación de 900 árboles y arbustos contra el cambio climático, que se celebrará los días 22, 23 y 26 de noviembre, de 11:00 a 14:00 horas, en el Parque Tecnológico de la Salud, junto a la Biblioteca de Medicina y Ciencias de la Salud.
Los profesores Vicente Ballesteros y Daniel J. Martín-Arroyo han promovido esta actividad como parte de la asignatura Didáctica de las Ciencias Sociales. La práctica en cuestión se enmarca en un programa más amplio, destinado a fomentar el conocimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) entre este estudiantado.
Así, se están realizando distintos ejercicios que combinan el aprendizaje de técnicas pedagógicas y el tratamiento de las cuestiones sociales más relevantes de la actualidad, tanto a nivel local como internacional. Las iniciativas de la UGR en torno a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas son variadas. Algunas se están llevando a cabo desde la Facultad de Ciencias de la Educación, que el próximo año acogerá el XXXII Simposio de Didáctica de las Ciencias Sociales, enfocado hacia el reto de los ODS.
Esta plantación de árboles se organiza como una práctica de aprendizaje-servicio. Se trata de una metodología activa de enseñanza-aprendizaje que se materializa en un servicio real, una ayuda prestada por el estudiantado en relación a las necesidades de la comunidad. Este proyecto educativo es posible gracias a la colaboración de la asociación sin ánimo de lucro Árboles Contra el Cambio Climático – Granada. Además, tanto el Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales como el propio alumnado han financiado la compra de los plantones. La movilización incluye a la Unidad Técnica del Área de Jardines de la UGR, que prestará asesoramiento y las herramientas necesarias.
Se espera así el surgimiento de un pequeño bosque en torno a la Biblioteca de Medicina y Ciencias de la Salud, una contribución de los estudiantes en la creación de un cordón verde que, por su ubicación, quedará como símbolo y recuerdo de la voluntad de nuestros días en la mejora de la calidad de vida y la protección del planeta. Al mismo tiempo, la universidad se posiciona como un agente de cambio social a través de un activismo cívico, que se proyecta desde la formación de los futuros docentes hacia la totalidad del sistema educativo.