Frente a ello, científicos chilenos del Centro Científico Tecnológico de Valparaíso (CCTVal), perteneciente a la Universidad Técnica Federico Santa María, propusieron una solución eficiente, simple y rentable: un sistema de almacenamiento, inspirado en la idea de una represa virtual, capaz de reservar la energía proveniente de fuentes renovables e inyectarla al sistema eléctrico cuando sea necesario.
En un contexto global marcado por el desafío de transformar la matriz energética y desincentivar el uso de combustibles fósiles, una de las mayores dificultades que presenta el uso de energías renovables es la intermitencia inherente a la disponibilidad de sus fuentes, determinada por las condiciones propias del sol, el viento o el agua.
CHEX, sigla de Almacenamiento de Energía Eléctrica Comprimida, ofrece una solución sustentable. Funciona en base a un proceso cíclico, que utiliza aire comprimido y una cantidad limitada y constante de agua. Mediante la combinación de estanques que contienen estos elementos, el proceso emula la acción de una jeringa: cuando el aire entra al estanque, impulsa el agua hacia una turbina hidráulica de alto caudal, generando así energía eléctrica.
“Hemos escalado esta tecnología a un nivel industrial, confirmando que la prueba de concepto, que se hizo tres años atrás, tenía validez y que el escalamiento es posible. Hablamos de una tecnología simple en cuanto a su diseño e implementación, que utiliza elementos accesibles y no genera residuos químicos. Esto significa que tú puedes guardar energía al costo más bajo del mercado”, comenta Christian Romero, investigador CCTVal y CEO de CHEX.
A pesar de la simpleza de implementación que tiene el sistema, sus beneficios son significativos: junto con su bajo costo en comparación a las opciones actuales del mercado (aproximadamente 70% más barata en inversiones de largo plazo), se trata de una tecnología con alta eficiencia de conversión eléctrica (>55%), autonomía energética por más de diez horas, escalabilidad de potencia (de 1 MW a 200 MW) y una reducción de la emisión de 300 kg de CO₂ por cada MWh almacenado.
Con la implementación de CHEX, señalan desde el equipo, se espera contribuir al crecimiento de la electricidad generada por fuentes renovables no convencionales, permitiendo su uso y disponibilidad constante a partir de su almacenamiento. “Yo creo que una de las potencialidades más grandes es hacer realidad la transición energética en Chile y el mundo, con tecnología pensada e inventada en el país”, comenta Romero.
Actualmente, CHEX cuenta con patentes otorgadas en Chile, Argentina y Europa, y diversas firmas e inversionistas han mostrado interés en su escalamiento (como el caso de Amazon, que en 2023 la seleccionó como una de las 33 iniciativas para su programa AWS Acelerador de Energía Limpia). Así, la empresa nacional continúa posicionándose como una alternativa relevante en un contexto global marcado por la necesidad de transformar la matriz energética y la creciente inversión en torno a ella.