Un jabón antimicrobiano, creado con aceites esenciales de naranja y canela, no solo demostró tener beneficios cosméticos como dejar las manos suaves y un agradable aroma, sino que también ayuda a reducir la presencia de bacterias que con frecuencia causan problemas gastrointestinales y respiratorios como Pseudomonas aeruginosa, Candida albicans, Enterococcus hirae y Staphylococcus aureus, según pruebas de laboratorio.
En masajes, cuidado facial, aromaterapia y otros usos, los aceites esenciales han ganado popularidad por sus variados compuestos beneficiosos, los cuales dependen de la parte de la planta de la que se extraen (flores, frutos, cortezas, etc.).
Aunque existen muchos métodos para obtenerlos, el más común es la destilación por vapor, que consiste en pasar vapor de agua a través de las cáscaras, hojas, flores o frutos, y con ello se liberan las fragancias y propiedades. Los vapores luego se condensan y separan en aceite y agua.
Nathalia Alejandra Moreno López, magíster en Ciencias Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), optó por utilizar aceites esenciales de canela y naranja. Esta decisión fue práctica y asequible, ya que, además de proporcionar un agradable aroma, el aceite de canela se obtiene de la corteza de los árboles de canela (Cinnamomum spp.) y el de naranja de las cáscaras de la fruta, un subproducto casi siempre desechado.
“Queríamos desarrollar un jabón cosmético agradable para las personas, pero también que fuera efectivo contra los microorganismos”, explica la investigadora.
Luego de trabajar en diferentes fórmulas, la magíster llegó a un jabón con una microemulsión translúcida que le da un aspecto muy atractivo y de aroma con notas frescas y aromáticas. Después de un año de pruebas de laboratorio se corroboró que la formulación no solo era visualmente agradable, sino que además permanecía “estable”, es decir que los aceites esenciales no se separaban de los demás compuestos.
“La elección de estos aceites no fue al azar, pues tuvimos como base los resultados de pruebas de laboratorio realizadas por el profesor Germán Eduardo Matiz Melo, de la Facultad de Ciencias de la UNAL, director de la tesis, en las que se evaluó la eficacia de estos componentes contra diversos microorganismos”, comenta la experta.
Para evaluar esta capacidad de eliminar bacterias (antimicrobiana) se realizaron diferentes combinaciones de los aceites esenciales de canela y naranja, que se probaron contra C. albicans (un hongo en forma levadura), y tres bacterias: E. hirae, S. aureus y P. aeruginosa. Allí identificó que el aceite esencial de canela fue más eficaz en detener el crecimiento de los patógenos.
“Los mecanismos antibacteriales de estos aceites esenciales son difíciles de descifrar debido a que hay toda una mezcla compleja de compuestos que incluso hacen muy difícil que los microorganismos generen resistencia” asegura la magíster.
“Los compuestos pueden variar según factores como la parte de la planta que se recolecta, la zona donde se cultiva y el método de extracción del aceite”, puntualiza.
Para completar la evaluación del producto, la autora del estudio contó con un panel de evaluación organoléptica con 8 participantes, quienes además de evaluar la formación de espuma característica, el aroma, la textura y la sensación en la piel, probaron el jabón en condiciones cotidianas 3 veces al día durante 5 días.
“Nosotros medimos la cantidad de microorganismos en sus manos antes y después de usar el jabón, y observamos una reducción de entre una y dos unidades logarítmicas en la cantidad de microorganismos presentes en las manos de los participantes”, explica la investigadora.
Aunque advirtió que es difícil dar un porcentaje exacto de eficacia debido a la variabilidad entre personas, asegura que esta reducción es significativa y comparable a la de otros jabones antibacteriales comerciales.
Vale mencionar que los participantes del panel también manifestaron que dejaba las manos suaves después del uso, un efecto atribuido a los aceites esenciales, y el aroma a naranja también fue muy bien recibido.