Este compuesto activo permite combatir bacterias multirresistentes

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Las infecciones en el tracto urinario, intraabdominales, a la sangre o la neumonía son algunas de las enfermedades infecciosas más comunes tanto en Chile como en el resto del mundo. Lamentablemente, debido al creciente problema de resistencia a los antibacterianos, han aumentado su peligrosidad. En respuesta a esta preocupación global, investigadores de la Universidad de Chile han desarrollado una familia de antimicrobianos conocida como «pirimidoisoquinolinquinonas», con el objetivo de abordar esta dificultad de manera efectiva.

El académico de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, David Vásquez Velásquez.

Una posible solución para la ciudadanía frente a la resistencia bacteriana a los antibióticos es la propuesta del grupo de académicos de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile llamado “Un nuevo tipo de antibiótico quinónico útil contra las infecciones por S. aureus y E. faecium resistentes a múltiples fármacos”. Dicha investigación fue realizada por el equipo liderado por el profesor David Vásquez Velásquez junto a otros especialistas de la Universidad San Sebastián y la Universidad de Concepción, llegando mediante un diseño racional y múltiples experimentos a la nueva familia de antimicrobianos.

De acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS) la resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, pues cada vez es mayor el número de infecciones de neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis, entre otras, cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.

De no haber cambios sustanciales en este ámbito, se calcula que en el año 2050 habrá más de 10 millones de muertes asociadas a microorganismos resistentes, número mayor al causado por cáncer, diabetes o accidentes automovilísticos, denominándose como una pandemia silenciosa.

En ese contexto, se ha impulsado, desde el equipo de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas UCH, una nueva clase de compuesto antibacteriano mediante un proceso químico en el laboratorio, dando como resultado la nueva familia de compuestos pirimidoisoquinolinquinonas.

Este proyecto se ha realizado desde el año 2011, a través de recursos provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT), así como también,  fondos internos de la Universidad de Chile.

El académico Vásquez aseguró que “nuestro enfoque se basa en la identificación y desarrollo de compuestos químicos que puedan ser eficaces en el tratamiento de estas infecciones resistentes. Estamos comprometidos en contribuir al avance científico y aportar soluciones terapéuticas innovadoras que puedan abordar este desafío de salud pública”, puntualizó.

Asimismo, el químico farmacéutico, destacó que “estos compuestos se sometieron a pruebas para evaluar su actividad contra diversas cepas bacterianas Gram positivas. Se encontró que los compuestos más prometedores eran aquellos que mostraron actividad frente a la bacteria Staphylococcus aureus, resistente al antibiótico meticilina, y la bacteria Enterococcus faecium, resistente al antibiótico vancomicina”, puntualizó el especialista.

Estos nuevos compuestos de la familia de pirimidoisoquinolinquinonas mostraron un potencial significativo para el tratamiento de infecciones causadas por estos patógenos, pues resultaron ser entre 64 y 128 veces más potentes que el antibiótico vancomicina.

En esa línea, el especialista Vásquez reflexionó sobre el aporte de la iniciativa. “Esta investigación es de suma importancia en el contexto mundial de la resistencia a los antimicrobianos”, agregando que, el proyecto investigativo se encuentra en una fase temprana, pero con “resultados iniciales prometedores que nos dan una base sólida para seguir avanzando en el desarrollo de este nuevo compuesto antimicrobiano”.

Finalmente, Vásquez reforzó “hemos tenido éxito en la síntesis del compuesto en solo dos etapas químicas, lo cual es un avance crucial para realizar ensayos futuros donde se requiere escalar la producción o aumentar la cantidad de fármaco necesaria para las pruebas en animales. Este hito nos permite prepararnos para la siguiente etapa de la investigación, que implica llevar a cabo ensayos preclínicos en animales para evaluar la eficacia y la seguridad del nuevo compuesto”, concluyó.