Hoy, 21 de septiembre, está marcado en el calendario como el Día Mundial del Alzhéimer, una enfermedad neurodegenarativa que solamente en España afecta a 1,2 millones de personas, una cifra que aumenta hasta los cinco millones, si se cuentan las personas allegadas a quienes la padecen, que sufren a la par por los estragos cognitivos del ser querido. La estadística muestra que el Alzhéimer afecta a una de cada diez personas de más de 65 años, y a tres de cada diez entre los mayores de 85. Por el momento, la enfermedad no tiene tratamiento, pero ¿es posible pensar en un futuro sin Alzhéimer?
El envejecimiento es el principal factor de riesgo para desarrollar Alzheimer. Si algo nos ha enseñado esta pandemia de SARS-CoV-2, es la importancia de aunar esfuerzos y derivar recursos a la investigación para encontrar soluciones. Algo que debería extrapolarse al Alzheimer, para evitar, además del sufrimiento a enfermos y familiares, las consecuencias devastadoras de esta pandemia invisible en la economía, la sociedad y el bienestar de familias de todo el mundo. El coste anual de esta pandemia de Alzheimer se estima, según la OMS, alrededor del 1% del PIB de los países. En nuestro país, según cifras de la Sociedad Española de Neurología, sus costes alcanzan los 60 millones de euros diarios, asumidos en un 87% por las familias afectadas.
¿Qué investigaciones buscan una solución contra el Alzhéimer?
Desde el Instituto de Neurociencias UMH-CSIC en Alicante varios grupos de investigación trabajan para lograr un futuro sin Alzhéimer, en línea con el lema de la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA): InvestigaAcción
- Mecanismos moleculares alterados en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Liderado por Mª Salud García Ayllón y Javier Sáez Valero, los beneficios traslacionales de este grupo de investigación radican en que analizan la alteración de mecanismos moleculares en la enfermedad, definiendo un potencial uso diagnóstico e implicación en terapia. Este grupo forma parte de CIBERNED (Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas, ISC-III) y cuenta con miembros de FISABIO (Fundación para Fomento de Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana) e ISABIAL (Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante). Tienen colaboraciones internacionales en el proyecto BiomarkADPD (una iniciativa dentro del programa JPND de la UE) y la “Society for CSF analysis and clinical biochemistry”, para la validación y estandarización de protocolos de determinación de biomarcadores en líquido cefalorraquídeo (LCR).
Con medio centenar de publicaciones relevantes, en los últimos años, han estudiado parte de los principales mecanismos alterados en la enfermedad de Alzheimer y la interrelación entre ellos, que ha llevado a varios hallazgos relevantes.
Qué avances se han producido contra esta enfermedad
- Han demostrado un mecanismo novedoso por el cual el β-amiloide regula la expresión y la glicosilación de la reelina, lo que influye en su cascada de señalización. La reelina es una proteína de señalización que modula la función sináptica y la plasticidad en el cerebro a través de la interacción con los receptores de la apolipoproteína E, que es el principal factor de riesgo genético para la EA esporádica, asociada a la edad.
- También han descrito un nuevo receptor de apolipoproteína E que influye en el procesamiento amiloide.
- Han desarrollado nuevos biomarcadores del líquido cefalorraquídeo, evaluando el potencial diagnóstico de determinadas formas glicosiladas de proteínas (incluida APP), que mejoran la sensibilidad y la especificidad de los biomarcadores.
- Epi-Genómica Funcional del Envejecimiento y la Enfermedad de Alzheimer. Liderado por José Vicente Sánchez Mut, este grupo investiga los fundamentos moleculares del declive cognitivo relacionado con la edad y la neurodegeneración, con un interés particular en la enfermedad de Alzheimer. Su hipótesis es que la interacción entre la genética y la epigenética modula el riesgo de sufrir la enfermedad. Para abordar esta hipótesis, utilizan modelos de ratones y muestras humanas, y combinan la neurociencia molecular y del comportamiento con las más avanzadas tecnologías de célula única, secuenciación de última generación, herramientas bioinformáticas y edición epigenética.
Su objetivo final es entender mejor el mal funcionamiento del cerebro relacionado con la edad así identificar nuevos biomarcadores y objetivos farmacológicos para seguir desarrollando las actuales terapias relacionadas con el Alzheimer.
- Plasticidad de microglía en la enfermedad neurodegenerativa. Este grupo de reciente creación está liderado por Jose P. López-Atalaya. Surge de la necesidad urgente de intervenciones preventivas y terapias que logren al menos, frenar el avance de la enfermedad, hasta hoy sin conseguir. Las causas principales que inician el deterioro cognitivo y de la memoria en la enfermedad de Alzheimer permanecen ampliamente desconocidas. Sin embargo, hoy sabemos que el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío, la forma más común de la enfermedad, está altamente influenciada por la genética de los individuos. Se ha estimado que la proporción atribuible a factores genéticos es del 60 al 80%. Los datos genéticos apuntan a un papel importante de la respuesta inflamatoria en la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío. Las investigaciones de este grupo evalúan esta hipótesis y buscan nuevos medios para modificar la progresión de la enfermedad de Alzheimer a través de la modulación de la respuesta inmunitaria.