En busca de la puerta monumental del yacimiento romano del Salto de la Novia

En pleno Valle de Ricote, entre los municipios murcianos de Ulea y Ojós, se encuentra el yacimiento del Salto de la Novia, un conjunto arqueológico con restos de época romana y tardorromana, que ahora va adquirir una nueva relevancia, gracias a una excavación financiada por el Gobierno de la Región de Murcia, para documentar mejor el entorno y describir la puerta monumental que en su día daba acceso al enclave.

El director general de Patrimonio Cultural, José Francisco Lajara, ha visitado el yacimiento.

La Dirección General de Patrimonio Cultural ha destinado 47.000 euros para esta nueva excavación, que permitirá conocer más sobre el paso de ronda y el acceso a la terraza superior de este enclave tardorromano, que tuvo su época de máximo esplendor entre los siglos IV y VI, como ciudad fortificada.

Cómo era el Salto de la Novia en época tardorromana

Los restos arqueológicos del yacimiento del Salto de la Novia evidencian que este asentamiento funcionó como ciudad fortificada durante las últimas etapas del Imperio Romano. Además, del estudio del enclave se ha deducido que su uso arrancó bastante antes, en la época íbera y se mantuvo en uso posteriormente, a lo largo del periodo andalusí, en el que se ubica la Pila de la Reina Mora.

A principios de los años 70 del siglo XX se realizaron las primeras excavaciones en el yacimiento, quedando luego olvidado durante casi cincuenta años. Fue en el último trimestre de 2019 cuando se recuperaron los trabajos de limpieza, conservación, restauración y puesta en valor de las estructuras excavadas, gracias a una primera subvención de la Comunidad Autónoma de Murcia por importe de algo más de 26.600 euros. En aquella ocasión se contó con la cofinanciación del Ayuntamiento de Ulea, que aportó 40.800 euros en total, y el proyecto fue ejecutado por la empresa Arqueonaturaleza, con la participación de auxiliares de la localidad.

Qué vestigios quedan en el yacimiento

De los resultados de la intervención de 2019 destacan, entre otros aspectos, la aparición de un nuevo tramo de muralla de 20 metros de longitud. Su ancho varía de 0,90 a casi 4 metros y su alzado va desde 2,70 metros en la zona de la escalera hasta 3,50 metros junto a la puerta. En la zona Este se localizó la posible puerta monumental de entrada a este poblamiento.

Ahora, la investigación más en profundidad de esta zona permitirá conocer el tipo de entrada al asentamiento fortificado de al menos una de las puertas de acceso al yacimiento, si se realizaba a través de escalones o bien de rampas para salvar los desniveles, según anunció el director general de Patrimonio Cultural, José Francisco Lajara, en una visita al yacimiento.

. También se podrán asociar estas estructuras a una cronología concreta, debido a que se conocen fechas generales de ocupación, pero no fechas específicas de fundación de nueva planta de este asentamiento, por lo que quizás se podría ampliar la ocupación cronológica del yacimiento a mediados del siglo III.

Con esta intervención, y tras conocer cómo se encuentran los restos arqueológicos, no se descarta en un futuro, tras salvar los desniveles que hay actualmente, plantear el acceso al yacimiento a través de la puerta monumental.