El uso agrícola de purines reduce en un 80% el gasto en fertilizantes inorgánicos

La puesta en valor de las propiedades nutritivas del purín generado en las explotaciones porcinas incrementa la producción agrícola y reduce el uso de fertilizantes inorgánicos. Con este objetivo de economía circular, la Cátedra en Gestión Medioambiental Sostenible de la Producción Porcina que mantienen Cefusa, la empresa ganadera de Grupo Fuertes, y la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), trabajará un año más en la gestión medioambiental de los purines y en la mitigación de emisiones.

La rectora de la UPCT, Beatriz Miguel, y el presidente del grupo empresarial, Tomás Fuertes, su consejero delegado, José Fuertes, y el delegado general de Cefusa, Juan Cánovas, han sellado la renovación de la cátedra, cuyo plan de actuaciones para este curso académico incluye estudios de trazabilidad y eficiencia de depuración, análisis del subsuelo de las balsas de almacenamiento y cuantificación de las emisiones gaseosas.

Mediante el sistema integral de tratamiento de purines desarrollado por los investigadores de la cátedra “se ha logrado reducir un 40% la superficie agraria necesaria para poder valorizar completamente todo el volumen de purines generado en la explotación piloto, valorizados tanto como recurso agrícola como recurso hídrico”, resume el director de la cátedra, Ángel Faz. “En este sentido, la reducción del gasto en fertilizantes es notable, logrando hasta un 80% de reducción en cultivos de cereales de secano”, añade.

“La utilización agronómica del purín como fertilizante orgánico puede mitigar el déficit hídrico y el deterioro de la fertilidad del suelo, pues mejora sus condiciones edáficas y supone una fuente de nutrientes”, resalta Faz, que precisamente ayer presentó los primeros resultados del proyecto de ‘Valorización y gestión sostenible de purines’, realizado junto a Cefusa y la Agrupación de Defensa Sanitaria de Ganado Porcino de Lorca y con fondos FEDER.

El objetivo final de la cátedra es que las instalaciones dispongan de los sistemas de tratamiento de purines en origen, es decir, en el propio cebadero. De esta forma, estas granjas del futuro, aprovechan los propiedades nutritivas del purín de cerdo para fertilizar el suelo agrícola. Además depuran esas aguas y las reutilizan. Esto conlleva una reducción importante de las emisiones de gases de efecto invernadero y amoníaco. 

De esta manera, agrega el director de la Cátedra, la empresa Cefusa mejora su huella hídrica, disminuye la huella de carbono, mitiga emisiones en su proceso productivo en un contexto de bioeconomía.

Para el cumplimiento de los objetivos de la Cátedra se han realizado actuaciones de investigación, formativas, de difusión y de seguimiento. Así, se han realizado estudios en granja que han consistido en ensayos de lixiviación, valorización agronómica en cultivos de cereal y estudios en biofiltros con diferentes tipos de plantaciones y tiempos de residencia con el fin de determinar la eficiencia de depuración. 

Actualmente se está trabajando con cuatro tipos de biofiltros, con cañas, sosa y adelfas, y realizando mediciones de emisión de gases en cada una de las fases de la depuración para obtener el reconocimiento como técnica validada en la mitigación de emisiones de gases.

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