
Según cuenta la jefa de equipo, Virginia Sánchez, han cambiado la transmisión y la han reducido en 1,5 kilos. Además, el motor es «más potente y más eficiente», se ha rediseñado el volante del coche haciéndolo más óptimo para que la piloto pueda desenvolverse de la mejor forma posible pilotando en su reducida cabina y emplean Arduino para la placa de control, ya que quieren probar este dispositivo, utilizado en los diferentes grados de ingeniería, una aplicación que va más allá de ser un micro-robot.
El objetivo, añade, es pasar las inspecciones técnicas y competir. «El circuito es más pequeño que el anterior, por eso han tenido que añadir más vueltas. Aún no sabemos qué consumo tiene el prototipo así que hasta que no estemos allí y nos den el juliómetro (dispositivo de medida del consumo) no lo conoceremos», añade.
“Afrontar un proyecto de ingeniería integral, resolver problemas técnicos, implementar innovaciones y negociar con proveedores y patrocinadores aporta un gran plus de empleabilidad a los estudiantes que participan en equipos de fabricación de vehículos de competición”, explica el profesor coordinador del UPCT Solar Team, Antonio Guerrero.