El plano robado de Almería de 1842 regresa al Archivo General Militar de Madrid

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La historia de un plano militar del siglo XIX donde se representa a una ciudad de Almería por aquel entonces amurallada, robado hace casi 40 años sin fecha de denuncia y recuperado por azar en un anticuario, ya ha llegado a su final. 

El plano original de Almería de 1842 creado por el coronel Fernando Guillamas y Galiano ha sido devuelto este miércoles, 25 de septiembre, al Archivo General Militar de Madrid por parte de la Asociación Amigos de la Alcazaba en la sede del Instituto de Historia y Cultura Militar de la capital.

El acto ha estado presidido por el General Director del Instituto, Enrique Bohigas Jayme, que junto a la presidenta de Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez Sánchez, han firmado el documento de entrega del mapa. En el encuentro también ha intervenido el Coronel y Director del Archivo General de Madrid, Gonzalo Jayme Bravo.

Corregir un error del pasado

“Hoy recuperamos a un hijo pródigo que nunca quisimos que se fuera”, con estas palabras ha celebrado Bohigas la recuperación de este plano. “Nuestra misión es proteger y conservar el patrimonio; investigarlo y difundirlo. En su día no se hizo bien”, –ha reconocido– “pero gracias ahora al trabajo de una de las 110 asociaciones patrimoniales con las que colaboramos, se corrige un error del pasado y este se torna en un día de alegría y celebración”, ha explicado. Bohigas ha mostrado su “eterno agradecimiento” a la Asociación Amigos de la Alcazaba y ha destacado la importancia de su labor ya que “la protección del patrimonio es un problema de la nación. Todos tenemos la responsabilidad de dejar el legado histórico a las siguientes generaciones”.

En las palabras que han precedido a la firma, María Teresa Pérez ha celebrado “el final feliz de una historia de un plano robado que ha sido recuperado para devolverlo a su lugar legítimo”. “Es una aportación modesta”, ha explicado quitándole importancia al logro de la Asociación, y ha subrayado que “el patrimonio es de todos y entre todos tenemos que defenderlo”.

María Teresa Pérez no ha dejado de recordar que fue el historiador y catedrático Valeriano Sánchez Ramos quien encontró este mapa en un anticuario de Madrid y que al darse cuenta de su valor, decidió confiar en los Amigos de la Alcazaba y en el buen hacer de su lucha para la recuperación y conservación del patrimonio para que lo adquirieran y le dieran “el mejor destino”. 

En este sentido, ha aprovechado para destacar que los Amigos de la Alcazaba llevan trabajando 16 años sin recibir subvenciones y ha reivindicado que las asociaciones patrimonialistas como la que ellos conforman “deben apoyarse y reconocerse por parte de las instituciones para que el patrimonio se conserve”.

Por su parte, Gonzalo Jayme Bravo, como director del Archivo ha agradecido igualmente la gestión de la Asociación y la “inestimable colaboración” de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional, y ha resaltado la dificultad de la investigación por las modificaciones que se le habían aplicado al mapa para evitar descubrir su procedencia: la eliminación del sello del ‘Depósito General Topográfico de Ingenieros’ (anterior al Archivo General); recorte de la leyenda identificativa de la derecha, y colocación de un título y año falsos.

El Coronel ha desvelado cómo a requerimiento de la Brigada se encontró que en la cartoteca del Archivo General se referenciaban en su catálogo cinco hojas de ‘planos de Almería y sus inmediaciones’ de los años 1842 y 1845, pero que “solo se encontraban cuatro”, siendo el creado por Fernando Guillamas de 1842 el que faltaba. “A partir de esta fecha, quedará en buenas manos, custodiado en nuestras instalaciones”, ha insistido Jayme.

María Teresa Pérez, junto a Francisco Verdegay, vicepresidente de Amigos de la Alcazaba, han estado acompañados por representantes de las más importantes asociaciones nacionales  de Patrimonio: Hispania Nostra, Amigos de los Castillos de España y la Federación Española de Amigos de los Museos –de las que también forma parte Amigos de la Alcazaba–; así como la presidenta de ICOMOS  (Consejo de Monumentos y sitios de España, asociado a la UNESCO) y miembros de ‘Madrid, Ciudadanía y Patrimonio’. También ha estado presente Carlos Alberdi, director del Gabinete del Ministro de Cultura y Deporte José Guirao.

El General Bohigas ha aprovechado en el cierre del acto para recordar que las diferentes sedes del Instituto de Historia y Cultura Militar tienen “sus puertas abiertas para todo el mundo”: “Parece que estamos rodeados de cuarteles y que eso frena el impulso a entrar”, ha reflexionado. “Estamos abiertos a que nos visiten historiadores, investigadores y todo el que quiera”. En ese sentido, ha explicado que el Instituto supone “una suma de depósitos” y que del patrimonio histórico que albergan, solo conocen el 30% y “ahí está la Historia de España. Ahí está lo que ocurrió”, ha remarcado como llamamiento a que la ciudadanía acuda a conocer sus archivos.

Visita al Archivo Militar y exposición sobre Almería

Tras el acto de cesión del plano, se realizó una visita al Archivo General Militar de Madrid, donde se depositará el plano. Allí su director el coronel Gonzalo Jayme mostró la exposición de documentos de Almería que se ha realizado para la ocasión.

Finalmente se pasó a tomar un vino español y a realizar el correspondiente brindis.  El general director del IHCM entregó la copia de un documento de Almería como regalo y reiteró una vez más si agradecimiento a Amigos de la Alcazaba.

El periplo del mapa que los almerienses podrán consultar digitalizado en el Archivo Municipal de la ciudad ha acabado con final feliz, aunque no ha trascendido la parte de la historia de cómo consiguió llegar a un anticuario de Madrid. “Eso da para la segunda temporada de la serie”, ha bromeado Francisco Verdegay entre los asistentes al acabar el acto.

Sobre el plano y su rocambolesca aventura

La rocambolesca ‘aventura’ comenzó el pasado mes de marzo. El historiador y académico Valeriano Sánchez Ramos descubre en un anticuario de Madrid un plano de “Almería – 1845”, del que no había noticia, por tanto un documento de suma importancia para nuestra ciudad y su patrimonio. La Asociación Amigos de la Alcazaba acaba adquiriendo el documento por un precio de 1.850 euros. En este momento comienza el proceso de investigación entre Francisco Verdegay, María Teresa Pérez, Juan Miguel y Félix Expósito y Juan José Tonda, y con él llegan las primeras sorpresas. 

El plano muestra a la ciudad, 9 años después de ser nombrada capital de la recién constituida provincia de Almería y 13 años antes del derribo de las murallas, antes de su transformación burguesa.  

La comparación con un plano de Fernando de Guillamas de 1842 que sólo se conocía a través de una reproducción del mismo incluida en la obra “Almería piedra a piedra” del Padre Tapia, lleva a la conclusión de que se, aunque no lo parezca, se trata del mismo plano.  Pero ¿cómo podía ser, si dicho plano pertenecía al Archivo Histórico Militar de Madrid?  Puestos en contacto con el Archivo, constatan que el mencionado plano se encontraba en situación de “no localizable”, de manera que los indicios se confirmaban: estábamos ante el plano original de Almería de 1842 de Fernando Guillamas.

Una vez presentada la correspondiente denuncia a la Unidad de Medio Ambiente del Cuerpo Nacional de Policía y la Brigada de Patrimonio de Madrid, en la reconstrucción del proceso, Amigos de la Alcazaba comprueba que contra el plano se habían cometido tres delitos. En primer lugar el robo del Archivo General Militar de Madrid en fecha indeterminada, puesto que el robo no había sido denunciado. En segundo, para eliminar el rastro de la procedencia del plano, los falsificadores procedieron a varias operaciones para ocultar su verdadero origen y procedencia, modificando su apariencia, lo que constituye el segundo delito: cortaron la leyenda que tenía en la parte derecha en la que constaba el autor (Fernando Guillamas) y la fecha (6 de mayo de 1842) y eliminaron el sello de la propiedad militar (entonces el Depósito General Topográfico de Ingenieros) y, por último, colocaron una cartela en la parte inferior izquierda en la que no se incluía el autor y se falsificaba la fecha (1845). El tercer delito viene con la venta del plano en el circuito “legal” de comercialización. Hoy se ha cerrado el círculo, con la devolución y custodia en el Archivo General Militar de Madrid.

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