¿Qué se necesita para construir una moto de competición capaz de superar los 200 km/h? ¿Y para crear una estructura como las de MotoGP que haga posible aunar el presupuesto y el talento para participar en una carrera internacional? La respuesta está en el número de noviembre de Nova Ciencia, que acerca la experiencia en MotoStudent de estudiantes de las universidades de Málaga, Huelva y Miguel Hernández. Descarga el número de noviembre de Nova Ciencia.
MotoStudent es una competición internacional que emula un gran premio de MotoGP. A ella acuden escuderías formadas por estudiantes que deben buscar su presupuesto, organizarse para funcionar como un reloj suizo y construir una moto, de gasolina o eléctrica, con unas prestaciones muy similares a las que compiten en los campeonatos nacionales e internacionales.
Los equipos solamente disponen de un juego de neumáticos, un motor y unos frenos, el resto lo deben construir ellos mismos, siempre con un presupuesto muy ajustado que obliga a tirar de ingenio y a dar con soluciones innovadoras.
Los equipos de las universidades de Málaga, Huelva y Miguel Hernández cuentan en Nova Ciencia cómo ha sido su experiencia en la séptima edición de esta competición internacional, a la que han acudido 80 equipos de 19 países, que se convierte en una de las mejores escuelas para ingenieros.
El mundo del motor también es protagonista en otro de los reportajes del número de noviembre de Nova Ciencia, pero desde un punto de vista totalmente diferente. Un grupo de la Universidad de Castilla-La Mancha trabaja en el desarrollo de biocombustibles avanzados, hechos con residuos de la agroindustria, y recientemente ha presentado una metodología nueva para fabricarlos y dotarlos de las mismas características que los combustibles fósiles actuales.
Homínidos de Orce y alimentación en la Hispania romana
Nova Ciencia propone un viaje en el tiempo de 1,4 millones de años, para conocer cómo era la vida en lo que hoy día es el municipio granadino de Orce. Allí, un equipo de la Universidad de Málaga ha estudiado cómo era la convivencia entre hienas y homínidos, que le ha permitido detallar cómo ambas especies compartían la carroña y los restos de grandes herbívoros que quedaban atrapados en un enorme lodazal.
Siguiendo con el viaje en el tiempo, Nova Ciencia traslada a sus lectores al Aroche (Huelva) del siglo II, en época romana, al que pertenecen los restos de una de las primeras granjas de engorde de lirones, unos pequeños roedores por los que los romanos perdían la cabeza y se servían en los banquetes más lujosos.
Bioplaguicidas y lucha contra el cáncer
La agricultura también tiene protagonismo en el número de noviembre de Nova Ciencia, con un reportaje en el que se da a conocer el trabajo de un equipo de la Universidad de Almería, que ha sido el primero en detallar todos los compuestos presentes en los bioplaguicidas y que se ha encargado de analizar sus efectos sobre el medio ambiente y la salud. Las conclusiones tranquilizan y presentan a estos productos de origen biológico como una solución sostenible para luchar contra las plagas de los cultivos.
Nova Ciencia presenta a sus lectores un bloque sobre salud, con una investigación de la Universidad de Jaén en la que ha estudiado cómo utilizar moléculas de monóxido de carbono para tratar el cáncer; otra financiada por la murciana Fundación Séneca, en la que se trata de averiguar la eficacia del extracto de mostaza para prevenir la aparición de tumores; y la iniciativa de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, para combatir la resistencia de las bacterias a los antibióticos.
Nova Ciencia cierra su número de noviembre con un reportaje sobre la Red Iberoamericana de Investigación en Intervención en Justicia Juvenil que, liderada por la Universidad de Almería y la chilena de La Frontera, tratará de generar la base teórica sobre la que se basará la intervención con menores infractores. Y con un reportaje sobre el programa de formación permanente de la UNED.