La Universidad de Murcia ha detectado que el 70% del personal de enfermería que trabaja en los centros hospitalarios de la Región de Murcia vive situaciones de hostilidad o agresiones verbales por parte de pacientes que acuden a sus servicios. El estudio lo ha elaborado la Escuela de Psicología Aplicada (SEPA) mediante encuestas a enfermeros y auxiliares de enfermería.
El trabajo trata de medir el estado de hostilidad en el que trabajan los enfermeros diariamente, más allá de las agresiones físicas puntuales. “En el estudio planteamos que la violencia física es la punta del iceberg de un problema que se vive cotidianamente con intimidaciones, amenazas y malos gestos”, explica José Antonio Ruiz, director de la SEPA.
Las miradas de desprecio, las amenazas, los gestos hostiles, las intimidaciones, los insultos o las faltas de respeto contribuyen a generar ese ambiente hostil en el trabajo que tiene consecuencias para los profesionales. El 22,8 % de los encuestados asegura que vive este tipo de situaciones diaria o semanalmente. “Esta violencia de baja intensidad es un factor de riesgo para la violencia física y detectarla puede ayudar a intervenir antes y prevenir agresiones”, apunta Ruiz.
Por lo que respecta a los efectos psicológicos que tiene estar expuesto a estas situaciones, la Escuela de Psicología Aplicada apunta que estos enfermeros son más sensibles a sufrir estados ansiosos o depresivos. Los resultados muestran, además, que los profesionales que aseguran tener más exposición a la violencia de baja intensidad son los más insatisfechos en su puesto de trabajo.
Desde la SEPA se concluye que establecer medidas preventivas enfocadas a la concienciación social, así como a generar factores de protección para los profesionales, son acciones que pueden ayudar a mejorar el clima percibido en los servicios de salud y, por lo tanto, mejorar la calidad de los mismos.
Para llevar a cabo este estudio se han realizado 1.489 encuestas de las cuales algo más del 80% ha sido a enfermeros y el resto, a auxiliares de enfermería.
La Escuela de Psicología Aplicada (SEPA) está a punto de comenzar otro ambicioso proyecto de investigación para seguir aportando datos sobre la violencia a la que se enfrentan los profesionales sanitarios. En concreto, el siguiente estudio que preparan investigará la violencia en los servicios de urgencia hospitalaria y extrahospitalaria.
Participan en este proyecto, por el momento, veinte hospitales de diez comunidades autónomas. Uno de los objetivos es analizar las situaciones a las que se enfrentan los profesionales que atienden urgencias fuera de los hospitales, que trabajan en situaciones de tensión en entornos no controlados.