“La energía fotovoltaica ha llegado a Cartagena”, así de rotundo es el reclamo de los ingenieros formados en la UPCT Gonzalo Cruzado y Miguel Martínez, fundadores de la empresa Crusol que ha instalado hoy en la calle Reina Victoria un sistema de generación de energía fotovoltaica para dar servicio a una comunidad de vecinos, la primera en la ciudad que se beneficiará del decreto que desde el pasado año regula y facilita el autoconsumo eléctrico comunitario.
El edificio, de 24 viviendas, reducirá en un 63% la factura de luz y en un 49% la huella de carbono al utilizar placas solares para generar la electricidad que consumen el ascensor, las luces de los pasillos y las bombas de agua del inmueble, entre otras instalaciones eléctricas de uso común. La comunidad de vecinos ha invertido unos 3.000 euros, que amortizará en apenas tres años.
“El resultado de la instalación en las zonas comunes demostrará su rentabilidad y facilitará que los vecinos decidan extenderla para cubrir también la electricidad consumida en las viviendas”, explica Gonzalo Cruzado, recordando que basta con que apuesten por la fotovoltaica un 33% de los propietarios.
El coste medio por vivienda para incorporarse al autoconsumo es de unos mil euros. Los jóvenes ingenieros expusieron el proyecto en una junta de vecinos del inmueble, anticipando los resultados de la instalación fotovoltaica a largo plaza y calculando todas las posibles facturas. “Manejamos millones de datos”, resalta Miguel Martínez.
Ante un decreto de autoconsumo que ha cambiado radicalmente las reglas de juego, los exalumnos de la UPCT remarcan las principales novedades: aunque se pongan paneles fotovoltaicos, el edificio sigue conectado a la red eléctrica, por lo que no necesita baterías, y la energía generada pero no consumida en el inmueble es vertida y vendida en la red.
“Promover el autoconsumo eléctrico, la sostenibilidad y la eficiencia energética en es una forma de retornar a la sociedad la inversión en nuestra educación universitaria”, comenta por su parte Cruzado, destacando la preparación técnica obtenida en la Politécnica de Cartagena.
“Por primera vez, es más rentable generar tu propia electricidad que comprarla”, añade su socio, recordando que “los precios de los equipos han bajado muchísimo y ya no hay que invertir en baterías, pues la electricidad sobrante se puede volcar a la red”.
Ambos abogan por cambiar el paradigma del sistema energético, para que “las ciudades dejen de ser sumideros eléctricos y se conviertan en generadoras de energía”.
Crusol, creada apenas hace unos meses, cuenta ya con una cartera de medio centenar de clientes y ha realizado instalaciones fotovoltaicas en viviendas individuales antes de protagonizar el primer hito del autoconsumo comunitario en Cartagena. La empresa ofrece mantenimiento anual, así como limpieza de los paneles solares, garantizando un constante y correcto funcionamiento.
Gonzalo Cruzado es titulado en Ingeniería Química Industrial por la UPCT, en la que Miguel Martínez estudió el grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales y el máster en Ingeniería Industrial.