Descubren que las partículas emitidas por los vehículos aceleran la fusión de los glaciares

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Hace años que se sospecha que las partículas emitidas por los tubos de escape de los vehículos a motor eran letales para los glaciares, sin embargo, no se conocía muy bien los efectos que estas partículas de combustión tenían sobre la nieve. Un equipo de la Universidad de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Universidad Técnica Federico Santa María de Chile, ha descubierto cómo es el proceso.

Equipo de la UCLM tomando muestras de la nieve del glaciar chileno.

El estudio sobre el derretimiento de la nieve se ha realizado en los Andes chilenos, concretamente en las zonas de El Puerto del Portillo y el embalse El Yeso, un enclave por el que discurre una de las principales vías del país, por la que pasa la mayor parte del transporte por carretera que conecta Chile y Argentina.

Y ha sido realizado por el investigador del Grupo de Combustibles y Motores de la Universidad de Castilla-La Mancha, Magín Lapuerta y la alumna de doctorado, Sofía González-Correa, que se desplazaron recientemente a los Andes chilenos para participar en una campaña de medición de emisiones de partículas contaminantes de vehículos y estudio del efecto que éstas tienen sobre las superficies nevadas.

Qué efectos provocan las partículas de contaminación sobre la nieve de los glaciares

Tras el análisis, el equipo hispanochileno ha descubierto que las partículas contaminantes provocan un oscuercimiento de la nieve, lo que acelera su fusión. «Según se van depositando las partículas de combustión en la superficie nevada, la nieve va perdiendo albedo, es decir, su capacidad de reflejar”, explica Lapuerta; quien añade que a medida que el grupo de trabajo se alejaba de la carretera se podía comprobar “el cambio de las condiciones ópticas de la nieve”.

El proyecto, que estuvo precedido por el desarrollo de un modelo físico que simula las propiedades ópticas de las partículas (OptiPar) y por ensayos realizados en los bancos de ensayos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Ciudad Real, ha permitido, según los investigadores, confirmar que la deposición de partículas en la nieve “va reduciendo la capacidad de reflejar luz y calentando la superficie, porque absorbe luz, absorbe radiación, y al absorber esa radiación derrite la nieve, cambiando los tiempos de los ciclos hidrológicos, los recursos hídricos de la zona y contribuyendo al cambio climático”.

Lapuerta y González-Correa apuntan que el estudio, financiado por el gobierno español y chileno, aunque es de ámbito local tiene su extensión a nivel mundial, ya que “sirve para concienciar a la población de las repercusiones medioambientales que tienen las emisiones contaminantes sobre el cambio climático y ayuda a los gobiernos a la toma de posibles medidas en cuanto a diseño de carreteras y restricciones de tráfico”.

Equipo chileno y español que ha realizado el estudio.

Por qué se eligieron estos glaciares de Chile

La campaña, que tuvo una duración de quince días, se llevó a cabo en las zonas de El Puerto del Portillo y el embalse El Yeso por un equipo multidisciplinar integrado por los propios investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial del Campus de Ciudad Real y otros del Centro de Tecnologías Ambientales de la Universidad Técnica Federico Santa María de Chile con los que el profesor Lapuerta colabora desde hace casi una década.

La elección de los glaciares de El Portillo y El Yeso se debió a que en ellos el Centro de Tecnologías Ambientales de la Universidad Técnica Federico Santa María de Chile cuenta con dos plataformas con la instrumentación necesaria para llevar a cabo los estudios a realizar. Además, según explica el catedrático Magín Lapuerta, en el caso de El Puerto del Portillo “se da la circunstancia de que es la zona por la que pasa todo el transporte de mercancías que cruza desde Argentina hasta Chile y viceversa. Nosotros nos pusimos en una línea perpendicular a la carretera para hacer el trabajo”.