Utilizar la Inteligencia Artificial para detectar y medir las variables que intervienen en la adaptación de nuevas variedades de cerezos y manzanos en la región del Maule en el contexto de cambio climático, es el objetivo del proyecto que ejecutará la Universidad de Talca de Chile.
“Tenemos un 20% menos de frío en comparación a un invierno normal en la zona centro sur del país. Las plantas necesitan de este frío para que tengan una buena producción y que el desarrollo del frutal sea normal, por lo que hay preocupación sobre los manejos que permitan complementar cuando los inviernos no son tan helados”, explicó el investigador del Centro de la UTalca, Álvaro Sepúlveda.
El especialista añadió que, tomando como base esta realidad, el proyecto pondrá a disposición de 2.293 productores de manzanos y cerezos valiosa información sobre el comportamiento de variedades de reciente introducción en zonas productivas poco explotadas del territorio, por medio de la plataforma climática y nutricional ‘Ikaros’, que administra el Centro de Investigación.
“Buscamos conocer el comportamiento de cultivares nuevos durante el invierno, de los que existe limitada información, en especial, para condiciones locales. El cerezo tiene alta demanda y se buscan zonas frías en época inviernal, pero que también tengan más calor en primavera, de modo que la cosecha sea anticipada”, detalló.
Sepúlveda precisó que, con ese objetivo se cotejarán variables agroclimatológicas, además de geográficas y propias de cada especie, con resultados de producción y aspectos de calidad. “Con esa información, los productores podrán sacar el máximo provecho de cada variedad para llegar en fechas claves de exportación, como el año nuevo chino, además de hacer frente al cambio climático”, comentó.
Cabe recordar que el calentamiento global alcanzó un estado crítico el pasado mes de julio, siendo este uno de los años más cálidos registrados en el planeta. La ONU declaró una escalada en este fenómeno, nombrándolo como ‘Ebullición Global’ que, junto al regreso de la corriente del Niño, tras 7 años, presentan desafíos importantes para la agricultura.
Agricultura 4.0
El proyecto permitirá implementar tecnologías de monitoreo y gestión de información en huertos, para estimar el crecimiento del frutal y su potencial, con lo que se espera orientar los proyectos frutícolas, planificar labores y maximizar los recursos en el ciclo de vida de la planta, con ello, mejorar la producción y rentabilidad del rubro en el largo plazo.
“En el caso de las cerezas se busca cosechar muy temprano en la temporada y así no ofrecer fruta en el momento en que todos están cosechando. Ahí entran estas nuevas variedades, que en el extranjero se comportan de una forma y es necesario comprobar lo que ocurrirá bajo nuestras condiciones climáticas”, dijo el investigador.
“Mientras más información tenga el productor, mejores decisiones podrá tomar”, agregó Sepúlveda, quien anticipó que el proyecto beneficiará de forma indirecta a más de 10.000 actores del sector, como trabajadores, importadores y exportadores de frutas, además de generar recursos y vinculación para la investigación internacional.