En los últimos años se ha extendido el movimiento terraplanista, una cruzada que considera que el mundo en el que vivimos no tiene forma de esfera achatada por los polos, sino que es plana. Paradójicamente, este debate debió haber quedado resuelto hace más de dos mil años cuando científicos como Erastótenes encontraron la respuesta a una pregunta que sí tenía sentido en su época. En este artículo te mostraremos como llegaron los antiguos a la conclusión de que la tierra era redonda y los argumentos que desmontan las teorías terraplanistas.
Al contrario de lo que hoy opinan los grupos terraplanistas, que defienden que el mundo es plano, tenemos conciencia de que la tierra es esférica desde hace más de dos mil años.
Una evidencia científica, directa y contundente de que la Tierra es curva y no plana como afirman los terraplanistas, en boga en los últimos años incluso en las redes sociales, son las fotografías desde el espacio que la muestran esférica.
Los líderes del movimiento de la tierra plana, sin embargo, defienden que esas imágenes son falsas con actores que mienten al decir que estuvieron en el espacio. Para ellos, ni la NASA ni la agencia espacial de Rusia ni ninguna misión de otro país ha salido de la órbita de la Tierra.
Sin embargo, mucho antes de las imágenes los seres humanos fueron capaces de darse cuenta de que la tierra tenía forma de esfera. Según el doctor en astrofísica de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Sergio Mendoza, fue el matemático, astrónomo y geógrafo griego Erastótenes el primero que calculó la circunferencia del planeta.
Cálculos matemáticos que desmontan las teorías terraplanistas
En un ejercicio de trigonometría que ahora es común en secundaria, el también director de la famosa Biblioteca de Alejandría comparó las altitudes del Sol del mediodía o cenit en dos lugares separados por una distancia norte-sur.
Midió y comparó el ángulo de la sombra producida por una vara alta en las ciudades de Alejandría y Siena (hoy Asuán, donde al mediodía ningún muro u objeto recto produce sombra, porque está en el trópico de Cáncer). Su cálculo fue casi preciso. “En su medición falló solamente por un 5% del valor aceptado hoy en día”.
Si este ejemplo no es suficiente, Mendoza pone otro aún más claro: si la Tierra (su radio es de 6000 km) fuera plana, sin importar a la altura a la que un sujeto se ponga, alcanzaría a ver la misma distancia en el horizonte. Sin embargo, si uno se pone a ras del suelo, de pie o se sube a lo alto de una montaña, alcanzará a ver, respectivamente, unos dos kilómetros, cinco km y 154 km en el horizonte.
Otro ejemplo, más físico, relacionado con la masa de un cuerpo planetario. Si fuera plana, la Tierra tendería a ser inestable o a estar fuera de equilibrio. La gravedad, al ser una fuerza que atrae de manera radial y “busca siempre tener objetos esféricos en su totalidad”, la destruiría. Aunque, aclara el astrofísico universitario, hay objetos no tan esféricos, como Fobos. Es una de las lunas de nuestro sistema solar, con una forma “un poco irregular”.
Los eclipses lunares, otra prueba contra los terraplanistas
En un eclipse lunar, cuando la Tierra eclipsa a la Luna, se proyecta un disco de sombra que oscurece a la Luna. Pero si la Tierra fuera plana, y diera la casualidad de que el eclipse lunar apareciera en el horizonte de nuestro planeta, entonces se proyectaría sólo una línea de sombra sobre la superficie lunar.
Como la atmósfera en la Tierra está cada vez más concentrada en altitudes más pegadas hacia la base del planeta, al ver algo en el horizonte (un barco, por ejemplo) “de repente uno empieza a ver refracciones o como movimientos”.
También, agrega el doctor Mendoza, en un amanecer o en un atardecer el horizonte se ve rojizo porque la luz solar está atravesando la atmósfera del horizonte en la Tierra. Desde las montañas, ese color desaparece porque a esa altura la geometría curva de la Tierra hace que los rayos de luz solar observados atraviesen una atmósfera menos densa.
Eso ocurre porque el Sol no alumbra un planeta plano; “alumbra una zona y otra, no”. Los terraplanistas argumentan que el Sol tiene bloqueos en su intensidad. “Pero eso es buscarle tres pies al gato”. Satélites han medido directamente la radiación del Sol y esta es “bastante uniforme”.
El desplazamiento de los aviones, en cualquier ruta, se ve curvo, “porque las trayectorias más cercanas entre dos puntos de la Tierra son curvitas”. Son “círculos máximos”, en astronomía. Las aerolíneas buscan ganar dinero. Y para eso los aviones tienen que consumir el menor combustible y llegar lo antes posible a su destino. Así que, por pura eficiencia, los aviones tienen que realizar esas trayectorias sobre círculos máximos.
Desde antes de Cristo, puntualiza el doctor Mendoza, tenemos evidencias científicas de que la Tierra es esférica. La más simple y mejor prueba de su esfericidad son esas lindas fotos tomadas por un satélite o un astronauta o cosmonauta desde una estación o un viaje espacial.