El hallazgo ha sido puesto de manifiesto por Pedro Mª Egea Bruno, Catedrático de Historia Contemporánea, que destaca la inclusión de varios minutos de escenas que se desarrollan en el claustro de La Merced en 1937, cuando el inmueble se dedicaba a hospital de sangre, en una película rodada por el director francés.
El film, titulado “Victoire de la vie” es una de las dos películas dedicadas por Cartier Bresson a la defensa de la II República.
Henri Cartier Bresson fue un célebre fotógrafo francés considerado por muchos el padre del fotorreportaje. Retrató a los artistas y políticos más célebres de su época y estuvo presente en numerosos momentos históricos, siendo el primer periodista occidental autorizado a entrar en la Unión Soviética tras la muerte de Stalin para realizar fotografías, grabar la entrada en Pekín de Mao Zedong o la muerte de Gandhi. En 1947 fundó, junto a Robert Cappa, la agencia Magnum, la agencia de noticias más importante de la historia.
El film en el que se insertan las escenas de la Universidad de Murcia se realizó entre finales de 1936 y 1937, y muestra cómo eran los hospitales para heridos en el frente de la España Republicana, y está realizado por Cartier Bresson poco antes de convertirse en el asistente del director Jean Renoir.
En la película se puede ver cómo era la vida diaria de los heridos, algunos mutilados de piernas o brazos, en el hospital Federica Montseny, que fue el nombre que se le asignó al que se estableció en la que había sido sede de la Universidad de Murcia, y volvería a serlo después de 1939.
Como comenta Egea Bruno, “el hospital contaba con 360 camas, tres salas de operaciones y un servicio radiológico completo”, y era destacado por la prensa como “un hospital moderno, con un personal numeroso y celoso de sus respectivas tareas”. En el centro sanitario se instaló un taller de prótesis para atender a los soldados heridos en el frente, algo que muestran las escenas rodadas en el Claustro de la Merced. Según el profesor “se fabricaron prótesis de piernas, brazos, manos y aparatos de pseudoartrosis. En las prótesis de brazos los dedos eran móviles, y el afectado podía partir la carne durante la comida, escribir y encenderse un cigarrillo”, algo evidente en la película, pues los enfermos, incluidos los mutilados, pueden verse fumando continuamente en el propio hospital.
En la película se incluyen imágenes de otro de los cinco hospitales de sangre establecidos en Murcia, el que funcionó en el instituto se segunda enseñanza (hoy licenciado Cascales), el mismo lugar en el que, 25 años antes, se había inaugurado la Universidad de Murcia.