Alga asiática: de especie invasora a compost para los cultivos

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El IFAPA y la Universidad de Almería colaboran en un proyecto para transformar los restos de alga asiática que llegan a las costas andaluzas en un compost y un sustrato de uso en la agricultura. Las primeras pruebas realizadas demuestran que estos productos presentan unas condiciones agronómicas interesantes, porque contribuyen a reducir el consumo de agua y de fertilizantes.

Arribazones de alga asiática en una playa de la provincia de Cádiz.

En tan solo unos años ha colonizado la franja costera que va desde Huelva hasta Almería, y ya se ha convertido en un problema con el que tienen que lidiar los municipios del litoral andaluz cada verano. Se trata del alga asiática (Rugulopteryx Okamurae), una especie invasora que llegó a las costas españolas adherida al casco de los barcos y ha colonizado los fondos marinos.

Esta especie causa estragos en la biodiversidad del medio marino, en el sector pesquero y tiene consecuencias desde el punto de vista turístico, porque las playas se llenan de los restos de las algas arrastradas por la marea. Estos aportes de residuos no dejan de crecer año a año y, por ejemplo, en municipios como Estepona, en la malagueña Costa del Sol, se traduce en la recogida de más de 3.000 toneladas de residuos de este alga entre los meses de marzo y julio.

Cómo aprovechar el alga asiática que llega a las costas

¿Qué se puede hacer con tal cantidad de residuos vegetales? Un equipo científico del IFAPA, con el que colabora la Universidad de Almería (UAL), estudia cómo transformar estos restos vegetales en productos para uso agrícola, en una estrategia de economía circular, con la que se contribuye a buscar salida a unos residuos que suponen un problema de difícil manejo, tanto por su volumen como por los retos que suponen su tratamiento.

El equipo IFAPA-UAL ha descubierto que los restos vegetales del alga asiática recogidos en las playas pueden transformare en compost para uso como enmienda orgánica de suelo, sustrato en semillero o aprovechar los extractos de compost para uso en fertirrigación.

Sin embargo, dar una nueva vida a estas algas requiere un proceso de compostaje diferente al de los restos vegetales procedentes de poda de jardines o de la propia agricultura, que se está estudiando en el proyecto Estudio de caracterización del alga invasora Rugulopteryx Okamurae y posible valorización de su biomasa en las costas de Andalucía, liderado por el IFAPA y encuadrado en la Acción Fondo Europeo Marítimo y de Pesca.

Compost elaborado con alga asiática.

Qué problemas dificultan el compostaje del alga asiática

Los obstáculos para el compostaje del alga asiática vienen por el alto contenido de arena, la alta salinidad y su composición química. Por ellos se planteó realizar un tratamiento previo para reducir el contenido de arena y reducir salinidad de los arribazones.

Para eliminar la arena, este equipo plantea que lo mas eficiente y económico es realizar su criba en las zonas de recogida a fin de reducir su presencia en la biomasa algal. Con esta solución sencilla se evita que las plantas de tratamiento de residuos eviten tener que realizar este trabajo en sus instalaciones y asumir el coste que implica retirar la arena de este material, para su posterior devolución a la playa.

Para bajar la salinidad del material se estudió la posibilidad de lavar la biomasa con agua y secarla al aire libre, o la mezcla con restos vegetales con menos salinidad. El lavado de las algas con agua reduce el excedente de sal. Sin embargo, esta opción, es poco viable a escala industrial, si se quiere que se realice un compostaje masivo de esta biomasa de origen marino, ya que, además del consiguiente gasto de agua, las plantas de tratamiento de residuos tendrían que añadir espacios nuevos para realizar ese lavado y se incrementaría el coste y el tiempo del proceso.

Los residuos del alga asiática tienen una relación carbono-nitrógeno que no llegan a los valores de 25-30 necesarios para que pueda compostarse, según se ha comprobado en diversos estudios. Sin embargo, este problema es salvable si se mezclan los restos de algas con otros procedentes de la agricultura o de labores de jardinería. Con esta solución se consigue un compost de calidad en un periodo de cinco o seis meses, un producto que se puede utilizar como enmienda de suelo, sustrato para planta en contenedor y los extractos del compost se pueden usar en fertirrigación.

Cómo se comporta el compost fabricado con restos de alga asiática

Cultivos en el sustrato desarrollado con restos de alga asiática.

«Su aplicación (del compost) al suelo como enmienda orgánica, en cultivo de calabacín en invernadero enarenado, comparado con el estiércol, muestra un comportamiento similar al estiércol y no se observan efectos salinos sobre el cultivo» explica la investigadora del IFAPA, María Luz Segura.
Otro uso interesante de los restos del alga asiática es su empleo como sustituto parcial de la turba.

Francesca Berti, María del Carmen Salas, Amelia Correa y Francisco Hernández, de la Universidad de Almería, en colaboración con Mª Luis Segura, ha realizado un estudio en el que han probado el comportamiento de plantas en sustratos integrados por un 40% y por un 80% de compost fabricado con alga asiática.

Para obtener unos resultados todavía más completos, se han comparado con cultivos sembrados en sustratos convencionales, a fin de conocer qué formulación daba los resultados más interesantes.

Qué ventajas tiene el sustrato hecho con los restos del alga

Tras los ensayos en la producción de plántulas de tomate, realizados en una empresa semillera de la provincia de Almería, se dieron cuenta de que si bien, en todos los casos se obtenían plántulas sanas, las que se habían cultivado en el sustrato con un 40% de compost hecho con estos restos vegetales de origen marino presentaban las mejores condiciones, incluso superiores a las cultivadas en turba tradicional.

Estos resultados son interesantes desde el punto de vista económico, ya que el sustrato con compost es sensiblemente más barato que el que contiene turba y, además, no necesita fertirriego, es decir, añadir nutrientes en el agua con que se riegan estos productos en la empresa semillera.

Recogida de restos de alga asiática llegada a las costas de Almería.

Cómo se elimina la sal del sustrato

A este equipo de investigación también le preocupaba la presencia de sal en el material utilizado como sustrato. Sin embargo, los ensayos realizados en el semillero han demostrado que su comportamiento es mucho mejor de lo que se esperaba, ya que la conductividad se reducía rápidamente con los propios riegos. No obstante, este aspecto se va a estudiar en mayor profundidad en investigaciones que se emprenderán próximamente.

Con este proyecto se está demostrando la viabilidad de la valorización del alga asiática como compost, sin embargo, para que su transformación sea más sencilla se necesita cambiar la manera en que se recoge, a fin de reducir el volumen de arena de la biomasa algal, un problema en el proceso de compostaje, porque las plantas de tratamiento de residuos no pueden asumir el coste que implica retirar la arena de este material.

Una vez que se superen estos problemas y se apruebe la utilización del alga en compost agrícola, se podrá dar una salida interesantes a estas algas acumuladas en las playas, que generan malos olores y un impacto negativo sobre el turismo.

Estas algas tienen un lado bueno al que se ha llegado por pura necesidad, por la obligación de buscar una salida, con una solución que supone un ahorro para la agricultura.