Una mirada poética a la infancia, un repaso a los momentos más entrañables de los pequeños y un recorrido por la niñez de cada uno. Esta es la propuesta, el viaje interior, que propone el fotógrafo ejidense Antonio Berenguel, con su muestra ‘El sol de la infancia’, que estará expuesta en la biblioteca Francisco Villaespesa hasta el 31 de agosto.
Fotografías en blanco y negro que recrean los momento más entrañables de la infancia como el colegio, los juegos y las actividades del día a día. Con esta investigación en el mundo de la infancia, Antonio Berenguel quiere trasmitir un pasado irrecuperable, esa infancia feliz que cada hijo de vecino añora dos o tres veces al día.
Y es que, la mirada de los niños que protagonizan las fotografías, las situaciones idílicas que se presentan o la ternura que emana de estas imágenes, basadas en la infancia quienes nacieron después de 1950, consiguen crear un universo expresivo ante el que es difícil no conmoverse.
Estas fotografías que recogen momentos que a los nacidos en las décadas de la segunda mitad del siglo pasado le resultaran muy familiares: el tirachinas en las manos, jugar con zancos de lata o a la gallinica ciega, correr en patinete o coger nidos, las diferentes tareas domésticas. Para los pequeños la escuela fue otro de los ámbitos que marcaron su vida, un tiempo para el aprendizaje entre antiguos pupitres, mapas o la regla del maestro. Esta exposición, de carácter itinerante, visitará varios municipios, museos y colegios de la provincia.