Chirinos leyó poemas de su libro Mientras el lobo está, una de sus últimas obras, con la que obtuvo el Premio Internacional de Poesía Generación del 27. El autor peruano subrayó que “entre los muchos temas de los que nunca me atreví a escribir por respeto, por cuidado, por temor en caer en los lugares comunes, porque sentía que nada de lo que podía escribir podría retribuir todo lo que yo he recibido desde que tenía 15 años hasta ahora, es hablar sobre los Beatles”.
También hizo referencia a Rubén Diario. “Yo cuando estaba en el colegio odiaba a Rubén Darío como odiaba también a Bécquer. Cuando uno reparte sus afectos negativos, Darío y Bécquer son los crucificados. El año pasado tuve la suerte de ir a Nicaragua, y allí quise conocer la casa de Rubén Darío”.
“Hace años cuando tenía menos de 20 años me enamore de una chica, y esta chica no me hizo ningún caso. Para conquistarla escribí un poema y se lo di en una fiesta. Lo metió en su bolso y me dijo adiós. Pasado el tiempo conocí a muchos poemas jóvenes que me dieron las gracias por haber escrito aquel poema que publique en mi segundo libro. Gracias a ese poema conquisté a la chica con la que estoy ahora”, dijo Chirinos.
“El humor tiene en relación a la comicidad, la misma relación conflictiva que hay entre la melancolía y el sentimentalismo. Después de 30 años hay ciertas cosas que uno si bien no puede manejar, puede tener una opción. Yo detecto la comicidad en la poesía. No hay nada más que se pueda tomar más en serio como el humor”, comentó el poeta peruano.
“Yo no escucho bien, y eso hace que me ría muchas veces solo. El humor es el mejor antídoto contra una plaga que afecta a muchos poetas, la de sentirse importantes”, afirmaba Chirinos.
A preguntas del público, Chirinos explicó lo que le llevó a hacerse poeta. “Hay quien nace para poeta y hay otros que encuentran una motivación en ser poeta. La poesía no es una vocación es una fatalidad, y hay quienes la asumen y quienes no la asumen. Yo la asumí cuando escribí mi primer poema”.
Ramón Crespo, encargado de presentar a Eduardo Chirinos, subrayó que “En Mientras el lobo está, último libro publicado de Chirinos, reconocemos algunas huellas de esa autobiografía, una senda abierta que nos lleva por distintos momentos de una vida: aficiones, lecturas, encuentros, familia, anhelos, cosas más bien sencillas, pero hay algo en todo lo que se nos cuenta que parece querer extender el circulo de la intimidad”.