En su visita al yacimiento, la delegada de Cultura, Yolanda Callejón, junto a técnicos de la Delegación Provincial, ha enmarcado este proyecto dentro de las tareas que la Consejería de Cultura dedica a la investigación arqueológica de los yacimientos de la provincia. La actuación cuenta con un presupuesto de 23.200 euros, que serán sufragados íntegramente por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Por un lado, la actividad que se está llevando a cabo propone la prospección geofísica mediante georradar, a cargo de un Grupo Investigador dirigido por el Catedrático de Electromagnetismo de la Universidad de Granada, Rafael Gómez Marín, e integrado por varios miembros de su Departamento. Este análisis permitirá conocer las estructuras arqueológicas que se conservan bajo el suelo del bien patrimonial.
Por otro lado, se desarrolla una prospección arqueológica superficial, tanto en la zona delimitada como en las inmediatas, que va a servir de apoyo a la prospección geofísica, y mediante la cual, se estudiarán los principales impactos sufridos por el yacimiento a lo largo de los siglos, su extensión y la delimitación del entorno.
Entre los factores que inciden en la conservación del mismo, hay que tener en cuenta diversos elementos como su cronología (a mayor antigüedad, mayor alteración por procesos postdeposicionales), las estructuras (si son sólidas favorece la inspección y conservación) y la dimensión del yacimiento. Otros elementos de alteración son la ubicación concreta del yacimiento (el tipo de relieve, la base litológica y su situación), así como la actividad postdeposicional como consecuencia del clima, la actividad humana, la vegetación o los animales. Este equipo de trabajo está formado por seis especialistas, encabezados por el arqueólogo e investigador Miguel Jiménez, que deberán tener en cuenta todos los factores que han podido influir en la evolución del propio yacimiento.
Previamente, ha sido necesario realizar un trabajo de investigación, basado en la contextualización histórica de los estudios y las intervenciones efectuadas hasta la fecha. El proyecto contempla asimismo la documentación bibliográfica y cartográfica, de cara a contextualizar los nuevos datos que aporte la actividad arqueológica. Finalmente, se elaborará una memoria que contemple los resultados obtenidos.
Según los estudios que obran hoy día, la Zona Arqueológica de Turaniana abarca desde el Bronce Pleno Argárico hasta la Edad Media con una importante secuencia de material de época romana, destacando la existencia del denominado ‘Puerto de los Bajos’ utilizado como fondeadero, que facilitaba las posibilidades comerciales en este asentamiento.