Conocer cómo era Almería a principios del siglo XX y cómo vivían sus gentes en esa época es posible gracias a la muestra fotográfica que recoge unas 150 imágenes realizadas por el ingeniero británico Gustavo Gillman, durante su estancia en la provincia mientras se construía el ferrocarril del Almanzora. Gillman retrató Almería, retrató a sus gentes y, sobre todo, plasmó en papel cómo era la vida cotidiana de los habitantes del Almanzora y de la capital. ‘Almería insólita. El legado de Gustavo Gillman 1889-1922’ se puede visitar en el Patio de Luces de la Diputación y en la sala Unicaja, hasta el 23 de abril.
La historia de Gustavo Gillman es la de un aventurero que no sabía decir no a ningún trabajo en tierras lejanas a sus islas británicas. Ingeniero de minas, Gillman vino a Almería para dirigir la construcción del ferrocarril que unía Lorca y Baza. A su paso por la comarca del Almanzora, Gillman quedó fascinado por los paisajes y las gentes de esta zona de la provincia. Ésa fue su mayor labor, retrató la vida cotidiana y a las gentes del lugar gracias a una técnica novedosa en la época, que sólo exigía unos 15 segundos de exposición (una barbaridad en la actualidad) y que hizo posible que este ingeniero retratara a los habitantes de la provincia en su quehacer diario y sin que ellos se dieran cuenta.
En total, la exposición de compone de unas 150 imágenes repartidas en dos salas de exposición. En la primera, el Patio de Luces de Diputación, se pueden ver las fotografías tomadas en la comarca del Almanzora, en pueblos como Albox, Cantoria, Purchena, Olula del Río, Serón y Arboleas. Mientras que la sala de Unicaja es la que acoge las imágenes que Gillman tomó en Almería capital, donde aparecen, entre otros rincones, la Alcazaba y el puerto.
Además de ingeniero de minas, Gustavo Gillman era un gran fotógrafo de la época. Sus imágenes solían estar presentes en las muestras fotográficas de relieve internacional de la época. Era un aventurero, no temía viajar a los lugares más alejados de su Gran Bretaña natal por tal de descubrir nuevas gentes y nuevas formas de vida, todas ellas retratadas por su cámara, de la que apenas se separaba. Ese espíritu aventurero fue el que le costó la vida en el primer cuarto del siglo XX, durante una estancia en Brasil, donde también trabajaba en la construcción de otro ferrocarril.
Esta muestra reúne por primera vez en la provincia gran parte del trabajo fotográfico que Gillman desarrolló en Almería. La exposición ha sido posible gracias a la colaboración de los familiares que han cedido temporalmente fotografías, negativos y otros objetos relacionados con Gustavo Gillman.
En la inauguración se dieron cita muchas autoridades almerienses, como el presidente de la Diputación, Juan Carlos Usero, el delegado del Gobierno andaluz, Miguel Corpas, la presidenta del Parlamento andaluz, Fuensanta Coves, o el rector de la Universidad, Pedro Molina, junto a la persona que ha hecho posible reunir todas estas imágenes en Almería, Juan Grima, propietario también de Arráez Editores.