El Auditorio Nacional de Música de Madrid acogió ayer por la tarde la XVIII Gran Gala de Zarzuela de Año Nuevo. El público que abarrotó el recinto disfrutó de más de 20 piezas de grandes maestros. La Universidad Católica de Murcia que participó por tercera vez en este concierto, a través de su Orquesta Sinfónica, dirigida por el Maestro Borja Quintas, puso en valor nuestra música más internacional, la zarzuela.
El concierto comenzó con El Baile de Luis Alonso de G. Jiménez acompañando al ballet estampas de zarzuela que dirige Sofía Martín. Martín dio colorido a otros fragmentos como el Barberillo de Lavapiés o La Montería. Manuel Lanza dio muestras sobradas de por qué está considerado como uno de los mejores barítonos españoles, soberbio en dos de sus intervenciones tanto en su papel de Juan en Los Gavilanes como en su dúo del Manojo de Rosas con Cristina Faus. La soprano Cristina Toledo estuvo espléndida, con una impecable dicción y un extraordinario fraseo. Su cálido timbre de voz empatizó enseguida con el público.
Posteriormente vino la intervención de Enrique Ferrer, que fraseó con elegancia y arrancó una fuerte ovación del público, al igual que el dúo de la Dolora con Cristina Faus, quien debutaba con la Orquesta Sinfónica de la UCAM. Su pasacalle de las Mantillas puso en pié al respetable arrancando una de las grandes ovaciones de la noche.
La Sinfónica de la UCAM estuvo acompañada por el coro de la Universidad Politécnica de Madrid que estuvo brillante en todas sus intervenciones. Los aplausos del público, que provocaron los cuatro bises posteriores terminando la gala con el Canto a Murcia de la Parranda.
Entre los asistentes al acto estuvieron personalidades como el presidente de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza , acompañado por su esposa, María Dolores García, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, el capellán de la UCAM, Luis Emilio Pascual y el doctor Pedro Guillén, director de la Cátedra de Traumatología del Deporte de la UCAM.