Hace 50 años era muy difícil pensar que investigadores españoles pudieran estar al frente de instituciones científicas internacionales como la Agencia Espacial Europea o el Observatorio Austral Europeo. La astrofísica en nuestro país nació hace apenas 50 años y hoy día, produce una ciencia de gran impacto internacional y cuenta con unas instalaciones de máximo nivel. De cómo se ha llegado hasta aquí se habla en 50 Años Escudriñando y Descifrando el Universo, coordinado por Almudena Ariza, Jorge Jiménez y Estrella Florido, en el que se recogen las ponencias en un congreso organizado en la Universidad de Granada, de algunos de los protagonistas de este ‘milagro’ científico.
Hace 50 años no se había hecho nada en Astrofísica, ¿qué fue el detonante para que naciera esta disciplina en nuestro país?
Sobre todo, el tener lugares de una calidad extraordinaria para la observación del cielo. Y también, el entusiasmo y perseverancia de los primeros investigadores de esa época. El disponer de esos lugares hizo que, promovido inicialmente por instituciones extranjeras, se comenzara a construir observatorios. Y esto ofreció medios a los científicos que había en España y puso en contacto a científicos españoles con investigadores extranjeros de primer nivel. Con lo cual, se generó un ambiente de colaboración muy favorable.
¿Qué tienen los cielos de Canarias y de Granada para que se crearan los Institutos que continúan hoy día?
Tienen muy buena calidad atmosférica y proporcionan por tanto una excelente calidad de imagen. Al hacer observaciones desde tierra se produce un emborronamiento de la imagen por culpa de la turbulencia de la atmósfera. Las estrellas vistas desde el espacio son muy nítidas, pero desde tierra estamos afectados por esa distorsión que produce la atmósfera. Hay lugares en los que esta distorsión es menor y se obtienen imágenes de mucha más calidad. Otro factor importante es que hay menor contaminación lumínica procedente de las ciudades.
¿Qué importancia tuvo la figura de Eduardo Battaner en la astrofísica española?
Eduardo Battaner sigue en activo como profesor emérito de la Universidad de Granada y sigue en plena producción. Fue uno de los fundadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía y en los inicios de su carrera hacía estudios de la alta atmósfera en Sierra Nevada. Luego ha tenido una carrera científica excelente y ha cubierto casi todos los campos de la astrofísica: desde la atmósfera terrestre, atmósferas planetarias, hasta la cosmología, pasando por galaxias y es un experto mundial en campos magnéticos. Pero yo destacaría, además de su aportación como investigador, su labor docente en la formación de astrofísicos españoles y su labor en divulgación. Ha publicado una decena de libros de divulgación y ha recibido premios tanto por divulgación como por investigación y docencia. Creo que tiene una de las carreras más completas de la astrofísica española.
¿Qué hitos científicos han marcado estos 50 años de astrofísica en España?
El hito o el detonante fue disponer de tecnología puntera, aunque fuera de titularidad extranjera en los inicios. Y quizá, avanzando un poco más en la historia, el gran hito de la astrofísica española fue la construcción del gran telescopio de Canarias, que actualmente es el mayor del mundo en su clase y que está en la isla de La Palma. También ha sido muy importante que España se incorpore al Observatorio Austral Europeo (ESO), asociación en la que participan quince países y que permite que los científicos tengan acceso a instalaciones de vanguardia, situadas en tres observatorios distintos en Chile.
Ahora se habla de la importancia de la red de telescopios Cherenkov y de las instalaciones en el desierto de Atacama, ¿qué ventanas abrirán para la astrofísica?
Los telescopios Cherenkov o una de las instalaciones más relevantes del desierto de Atacama, ALMA, permiten observar otros rangos del espectro electromagnético: radiación gamma, la más energética del Universo, los primeros, y radiación del rango milimétrico y submilimétrico la segunda. Cada rango del espectro permite estudiar un fenómeno físico distinto. Además, en cada nuevo telescopio o red de éstos, va aumentándose la superficie capaz de recolectar luz. El tener telescopios con grandes superficies colectoras, independientemente del rango del espectro electromagnético del que estemos hablando, implica poder recoger más luz y observar objetos que son mucho más débiles, por estar más distantes. Y como la luz tiene una velocidad finita, esto quiere decir que los observamos como eran en épocas más primitivas. Por poner un ejemplo, ALMA es capaz de observar el gas frío (del que se forman las estrellas) y el polvo de las galaxias de hace miles de millones de años. Nos permite ver cómo eran estas componentes entonces.
¿A qué nivel se encuentra hoy la astrofísica española?
Se encuentra a un nivel muy destacado. Creo que es bastante gráfico mencionar que los directores de importantes asociaciones internacionales, como la ESO y la Agencia Espacial Europea están dirigidas por científicos españoles. Creo que eso nos habla mucho de a qué nivel se está llegando en España. Hasta dónde se puede llegar, depende del esfuerzo de los científicos y de las inversiones. De que se favorezcan mecanismos para captar talento y retener a los grandes científicos, que quizás es lo que nos falta en este país.
¿Qué supone para la ciencia los datos que está facilitando el instrumento CARMENES de Calar Alto?
CARMENES es el instrumento estrella de Calar Alto; es un espectrógrafo de dos canales, visible e infrarrojo. Es un instrumento único en el mundo por su estabilidad y su altísima resolución, que permite detectar variaciones de velocidad en el movimiento de estrellas (producidas por sus planetas) de tan solo un metro por segundo, que es la velocidad que podemos llevar en un paseo tranquilo, sólo que CARMENES la mide en estrellas situadas a cientos de miles de millones de kilómetros de nosotros. Con lo cual, permite detectar planetas de masa poco superior a la Tierra. Se observarán cientos de estrellas de baja masa, con la idea de detectar planetas poco masivos que estén en la zona de habitabilidad, en la zona en que pueda encontrarse agua líquida y por tanto reúnan condiciones que permitan potencialmente el desarrollo de la vida. Es uno de los principales desafíos de la astrofísica actual.
Calar Alto se queda sin el apoyo alemán en 2018, ¿hay miedo entre los científicos a que el observatorio vaya a menos?
Yo quiero ser optimista y quiero pensar que tanto a nivel nacional como regional las administraciones sabrán apreciar la valía del observatorio y pueda seguir produciendo ciencia a un alto nivel.
¿Hay vida ahí fuera?
Solo por probabilidad, estoy convencida de que la hay. Cómo es, pues eso no lo sé. Ya se han detectado miles de exoplaneta y seguro que en alguno de ellos se dan circunstancias parecidas a la Tierra. Hay diez elevado a la once estrellas en una galaxia, diez a la once galaxias en el Universo, si uno multiplica, nos salen muchísimas estrellas y muchísimos planteas, así que solo por probabilidad, yo creo que sí.