La Universidad de Murcia lidera un proyecto europeo pionero para analizar el potencial de los cultivos de secano de Murcia para la captura de carbono y la regeneración de suelos.
La agricultura de secano tiene un valor ambiental fundamental en la región del Sureste, donde las precipitaciones brillan por su ausencia y las temperaturas al alza se han convertido en una amenaza para la población.
Estos cultivos contribuyen al mantenimiento del entorno y ahora se convertirán en un sumidero de carbono, con un proyecto en el que se potenciarán los servicios ecosistémicos de los suelos y se calculará el coste por hectárea que tiene la captura de dióxido del carbono, para que los agricultores de la zona puedan entrar en el mercado de las emisiones de gases contaminantes de empresas y países.
Proyecto Life+ AmdryC4
Estas acciones se van a llevar a cabo en el marco del proyecto europeo Life+ AmdryC4, que aportará novedades importantes como la medición de los servicios ecosistémicos de los suelos mediante drones con cámaras infrarrojas y el ensayo de un nuevo modelo de gobernanza, que permita el desarrollo de los entornos rurales del Mediterráneo con estos cultivos que, al tiempo que producen alimentos, actúan como captadores del carbono de la atmósfera.
Este proyecto se desarrollará durante los próximos 52 meses y que cuenta con un presupuesto de 1,8 millones de euros. Y va a contribuir a regenerar los suelos en varias fincas de la Región de Murcia, con estrategias para el freno de la desertificación y el aumento de la humedad, que persiguen recuperar un equilibrio ambiental perdido hace unos años por el nuevo escenario que se está instalando fruto del cambio climático.
Puesta en valor de los cultivos de secano de Murcia
Esta actuación, pionera en el continente, va a poner en valor los cultivos de secano, fuertemente amenazados por la sequía y el aumento de la temperatura. Y, sobre todo, a estudiar la capacidad de estos entornos para convertirse en sumideros de carbono, con el objetivo final de desarrollar un modelo que pueda implantarse en toda la región del Mediterráneo europeo, amenazada por los procesos de desertificación acelerados por el cambio climático.
La coordinación de esta actuación a nivel europeo corresponde a la profesora del Departamento de Química Agrícola, Geología y Edafología de la Universidad de Murcia, María José Martínez, que explicó que se va a contar con la participación de una treintena de investigadores y se va a convertir a la Región de Murcia en un territorio de referencia en la utilización de los terrenos y los cultivos de secano como sumideros de carbono.
Aprender de los antiguos agricultores
María José Martínez defiende la agricultura tradicional y asegura que nuestros antepasados “eran muy buenos trabajando la tierra”. Y es de la agricultura tradicional de donde parten las acciones que se van a llevar a cabo en este proyecto Life+, que va a apostar por cultivos de secano como el cereal y el almendro, así como por plantas que se emplearán para generar biodiversidad en las inmediaciones de los cultivos, entre las que destaca el esparto, capaz de capturar entre 80 y 300 toneladas de CO2 por hectárea y año, unas cifras muy similares a las de un bosque tropical, dice la investigadora de la Universidad de Murcia.
Y esa agricultura tradicional se va a ver implementada con fórmulas de última generación, destinadas a medir los resultados de cada una de las acciones que se emprendan en el marco del proyecto.
Valorar la captura del carbono
Los investigadores, explica María José Martínez, tienen muy presente la importancia de demostrar con números los resultados de sus actuaciones, de ahí que se han previsto una serie de mediciones de los parámetros ecosistémicos del suelo antes y después de la actuación. Se van a tener datos de la capacidad de los suelos para captar carbono, de su nivel de filtración, de la humedad, de la riqueza biológica, entre otros. Todos ellos indicadores de la salud del terreno.
Y se van a realizar tanto en laboratorio, como uno un novedoso sistema que empleará drones equipados con cámaras de infrarrojos.
Economía circular en los cultivos de secano
El uso de materia orgánica va a una de las partes fundamentales de esta actuación. Se trata de aprovechar restos vegetales y convertirlos en compost. De esta forma, los suelos van a recibir un aporte de nutrientes extra.
Y todo basado en economía circular que, según cuenta la investigadora principal de este programa Life+ AmdryC4, es un concepto que surge de una revisión de lo que hacían generaciones pasadas, cuando aprovechaban hasta los residuos.
Para este proyecto se pondrán en marcha dos plantas de compostaje, donde se tratarán restos vegetales de la zona y a las que incluso también podrán llegar residuos orgánicos urbanos.
Calado social de los cultivos de secano
El calado social de este programa no se ha dejado atrás, ya que con él se apuesta por el desarrollo rural a través de la recuperación de los cultivos de secano, un efecto que contará con la aceptación de la población de los entornos donde se va a actuar, que se convierte en protagonista de una iniciativa pionera a nivel continental, de la que saldrá, si todo sale como esperan los investigadores, una fórmula para combatir los efectos del cambio global en las zonas más sensibles y secas.
Y hay una componente social y de desarrollo rural mucho más importante todavía en el marco de Life+ AmdryC4, ya que se plantea fomentar una industria de captura de carbono en estos entornos rurales, que pueden ser beneficiarios de la compra de emisiones que realizan empresas y estados.
“Está claro que alguien tienen que pagar este trabajo que hacen los agricultores”, explica María José Martínez, que destaca el modelo de valorización de la captura de carbono que saldrá del proyecto, con el que se sabrá con cierta exactitud el precio que tiene dedicar un terreno a este fin medioambiental y ponerlo en el mercado de carbono internacional.
Fuente de ingresos vinculada al carbono
Esta medida beneficiará a los entornos rurales, que verán una fuente de ingresos y tendrán una herramienta más para luchar contra la despoblación; pero también al resto de la comunidad, ya que se detendrá el deterioro de los suelos, se mejorarán las condiciones ambientales e, incluso se conseguirá un aumento de las precipitaciones en la zona, gracias al incremento de la humedad relativa en el ambiente que producen los cultivos y los suelos sanos, y que favorece que descarguen las nubes que entran por el Mediterráneo.
Y además, va en la línea de la iniciativa europea 4 por 1.000 de captación de carbono por los suelos, resultante de la cumbre de París.
Los trabajos para la evaluación de la capacidad de los secanos para la captura de carbono se van a llevar a cabo en fincas piloto de los municipios de Murcia, Lorca, Puerto Lumbreras y Caravaca.
Este proyecto de tanto calado va a contar con la participación, además, de la Comunidad Autónoma, de los agricultores, a través de COAG-Iniciativa Rural y de las organizaciones Ingeniería del Entorno Natural y Asociación Nueva Cultura por el Clima.
