Flexible y con una gran resistencia; ideal para ser usado en la nueva generación de los dispositivos electrónicos, el grafeno es un material que está llamado a inaugurar una nueva era y para el que no dejan de encontrarse aplicaciones. La última, como aditivo para el hormigón al que hace más resistente e impermeables, según la UCAM.
La industria de los materiales no deja de sorprender. Sin embargo, lo que ahora tiene entre manos puede suponer la entrada en una nueva era. El grafeno será el protagonista de la nueva revolución tecnológica, gracias a su capacidad como conductor de electricidad y su resistencia. Hará realidad lo que hasta hace no mucho tiempo solamente era concebible en la ciencia ficción, y permitirá dar un paso de gigante en el mundo hiperconectado hacia el que camina la sociedad actual.
El grafeno es un material de vanguardia, creado a partir del grafito. Sí, ese mismo mineral negro que todo el mundo ha utilizado con los tradicionales lapiceros. Y ahora, en vez de ayudar a los niños a aprender a hacer cuentas o a desarrollar una caligrafía perfecta, les permitirá consumir y compartir contenidos a una velocidad inimaginable, disponer de un dispositivo electrónico flexible, prácticamente irrompible, y que sustituirá a libros, cuadernos y cualquier otro dispositivo electrónico.
Las propiedades del grafeno van también más allá de los usos electrónicos, tal y como ha comprobado un equipo de investigación de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), realizada en colaboración con la empresa murciana Graphenano. Juntos han aplicado este nuevo material al hormigón, y los resultados han sido espectaculares.
Tras un trabajo previo de desarrollo en el que se han realizado numerosas pruebas, los investigadores de ambas instituciones han dado con la combinación perfecta de ambos materiales, que ha dado como resultado un hormigón de características novedosas y unas propiedades realmente excepcionales.
El hormigón ‘enriquecido’ con grafeno es mucho más resistente a la presión y cuesta mucho más romperlo. Del mismo modo, el grafeno mejora la impermeabilidad del hormigón. Y en cuanto a la flexotracción, el hormigón con grafeno es mucho más resistente.
El director del Grado en Arquitectura de la UCAM, Juan Roldán, ha explicado que tras
analizar los resultados de esta investigación, este nuevo hormigón está especialmente indicado para aplicarse “en pilares, pantallas de hormigón, carreteras, y en presas, elementos que requieren de una mayor durabilidad, este aditivo reducirá la utilización de cementos, lo que es bueno para el medioambiente y modificará el procedimiento de construcción de materiales con hormigón”.
De una tacada, con este nuevo hormigón se mejora la capacidad de la construcción y la ingeniería y, además, se reducen las emisiones contaminantes al requerir menos cantidad de cemento para tener una resistencia adecuada a los usos para los que esta nueva generación de hormigón está concebida.
Roldán ha añadido que la aplicación de este material “es una forma de luchar contra el desplome de un edificio, no tanto de aguantar sin que éste se deforme, sino permitir que se deforme pero que vuelva a su sitio anterior”.
Además el arquitecto ha apostillado que “nuestro empeño es seguir utilizando el grafeno con mezclas adecuadas para incrementar la resistencia a tracción del hormigón para disminuir el uso de armaduras y controlar el proceso de contaminación de éstas”.
El presidente y CEO de Graphenano, Martín Martínez, quien destacó que “este aditivo que se ha desarrollado junto a la UCAM, llega al sector de la construcción y lo va a revolucionar igual que ha hecho con la electrónica y las baterías”.
Baterías con grafeno Made in Murcia
Recientemente, Graphenano, afincada en la localidad murciana de Yecla, ha firmado un acuerdo con el consorcio chino Zhejiang Chint Electrics, para la financiación de una planta de producción de grafeno, en la que se van a fabricar baterías de nueva generación, con una gran capacidad y al mismo tiempo, con un tiempo de carga realmente reducido.
Gracias a esta nueva generación de baterías que se producirán en Yecla, bautizadas como Grabat, los coches eléctricos podrán competir en igualdad de condiciones con los actuales de gasolina. Por un lado, las baterías de grafeno permitirán una autonomía cercana a los 800 kilómetros, es decir, prácticamente la misma que la de un vehículo alimentado por combustibles fósiles. Y el proceso de carga durará tan solo unos minutos.
Estas nuevas baterías se realizarán exactamente con polímero de grafeno y van a dejar anticuadas a las actuales de litio. Otra gran ventaja que presentan es que se podrán fabricar casi a la carta, con lo que se ampliará enormemente sus posibilidades comerciales.
La nueva generación de baterías realizadas con grafeno acercarán a la autosuficiencia energética. Están diseñadas para el hogar, también para vehículos eléctricos, incluso para móviles y marcapasos.
El proceso de industrialización se realizará en dos fases. La primera de ellas, en la que se han invertido 30 millones de euros, permitirá la construcción de una veintena de líneas de fabricación en Yecla, que producirán 80 millones de celdas al año.
Esta primera parte está lista y comenzará a operar en marzo, y para junio tendrá cinco líneas a pleno rendimiento, para ir ampliando a las veinte totales en los meses siguientes.
La segunda fase requerirá una inversión de 350 millones de euros, y permitirá dar el salto a una producción a gran escala en 2019.
La industria del grafeno supone una “oportunidad histórica” para la Región de Murcia, según el presidente de la Asociación Grafeno, Alberto Martín Cros, que aspira a colocar a Cartagena en la Ruta Europea del Grafeno. Esta asociación entiende que “aunando sinergias” se contribuirá a la industrialización de la comarca que cuenta con una trayectoria industrial destacada y que, con el apoyo de las instituciones y la labor de investigación de centros como la UPCT, podría subirse a un tren con destino a la innovación.
El grafeno representa el futuro y tanto las universidades, los centros de investigación y la sociedad en general están dispuestas a trabajar por él, y construir un polo de innovación de materiales en el Sureste de la Península Ibérica. Los primeros pasos se han dado en un camino que conduce al éxito.