Según la directora general de Interpretación y Conferencias del Parlamento Europeo Olga Cosmidou en el Curso de Otoño "Perspectivas de Empleo en organismos internacionales", en la actualidad, la única forma de poder trabajar en instituciones comunitarias sin pasar la criba de unas oposiciones es hacerlo dentro de un grupo político. “Sólo en el Parlamento Europeo existe esta posibilidad de ‘puerta trasera’. Cada grupo político puede emplear a los suyos, porque hay puestos para nacionales, que son más o menos numerosos en función de la talla de la delegación de cada país en este grupo político”, apuntaba Cosmidou.
En el Parlamento Europeo, el reparto se hace en función del número de europarlamentarios, cuyo número es proporcional también a la población del país miembro. Hay cuatro grupos de países: en el primero sólo está Alemania, el ‘motor’ económico de
Según Cosmidou, quienes entran a trabajar en
Con todo, la fórmula más segura para conseguir una plaza en instituciones comunitarias es presentarse a las oposiciones que convoca
La segunda clave, tener paciencia. “No hay que llamar para preguntar cómo va lo nuestro. Hay que esperar a que esa llamada llegue desde Bruselas”. Será entonces momento de dar el siguiente paso: un examen multi-respuesta que se utiliza como primera criba para descartar candidatos. “Estas son las dos fases críticas. Si se superan y se consigue ir a los exámenes escritos, se va por muy buen camino”, decía la experta comunitaria.
Tras el examen escrito llegará, en último caso, el oral, que servirá para ver la disposición del candidato con preguntas abiertas, que Cosmidou recomendaba hoy no responder “nunca sólo con monosílabos”. Pero si todo ese camino resulta demasiado trabajoso, la directora general de Interpretación y Conferencias del Parlamento Europeo recomendaba esa otra vía: la ‘puerta trasera’ que consiste en afiliarse a un partido político y trabajar para ese partido desde Bruselas.