La expectación era considerable. La puesta en largo de ‘Mírame’, el primer trabajo discográfico de Mariángeles Fernández, llenó este viernes el Teatro Apolo de un público ávido de descubrir la propuesta artística de una artista con tanta solera familiar como la del guitarrista Tomatito.
De hecho, unos pequeños minutos de retraso aumentaron esa sensación y las ganas de escuchar el mundo flamenco, pero actual, de la joven almeriense. El inicio no pudo ser más sorprendente. Un cuarteto de cuerda formado por José Vélez y Salvador Esteve al violín, Javier Salinas al cello y Lorena Herráiz a la viola, arropó a Mariángeles, vestida de largo y visiblemente emocionada, en una elegante revisión del ‘Fuego Fatuo’ y ‘El Amor Brujo’ de Manuel de Falla.
Desde ese momento las entradas y salidas del escenario de numerosos músicos fueron constantes. Entre ellos, su padre, Tomatito, que salió en el siguiente tema a escena para interpretar ‘Love Theme’, perteneciente a la banda sonora original de la película ‘Two Much’, con José María Cortinas al piano. Un bello interludio para el cambio de vestuario de Mariángeles, que no volvió a abandonar las tablas en toda la velada. Por el camino del repertorio, la cantante fue desgranando los temas de su primer disco, producido por el exKetama Josemi Carmona, como ‘Viejo Recuerdo’, ‘Júrame’ o las bulerías ‘Te Quiero Más Que A Nadie’. Entre ellas, una taranta serrana de Enrique Orozco y Pedro Soler, como ‘La Puebla y El Quintanar’. Un rico acompañamiento musical presidido en los temas festivos por el piano de Cortinas, que brilló en cada uno de los temas, y el bajo de Antonio Ramos ‘El Maca’ y un gran aderezo de diferentes percusiones comandas por Johny Cortes y los coros de Noemí Humanes.
Uno de los momentos más brillantes de la noche llegó con la interpretación del bolero ‘Sin Saber Por Qué’, de nuevo junto a su padre, que alternó el toque con su hijo José Del Tomate, Diego del Morao y Cristóbal Santiago a lo largo del concierto. También con esa adaptación de ‘Romance de Curro El Palmo’, que sonó sobria y vibrante despertando una de las ovaciones más cálidas.
En el tramo final llegaron los aires de fiesta de ‘No Quiero Callar Si Callas’, por fandangos, La bulería de Tomatito ‘Dulce Manantial’, que sonó poderosa en las cuerdas, y ese pegadizo single homónimo de ‘Mírame’ que hizo moverse al patio de butacas en su ritmo contagioso y alegre por rumbas.
Como colofón, unas fiestas con estrofas del ‘Inmortal para quererte’, que popularizara Camarón de la Isla, versos de ‘Al Alba’, de Pepe de Lucía, y un guiño de modernidad hacia Las Grecas con el estribillo de ‘Qué Bonito Aquella Noche’. Un estreno por todo lo alto de una artista que demostró hechuras de largo recorrido.