Más de doscientas personas participaron en La Noche de los Investigadores, en la que un grupo de científicos explicaron los trabajos que se están realizando en las áreas de medio ambiente, agricultura, cambio global, energía solar, inmigración y comunicación y sociedad.
Este evento, que se desarrolló, este viernes, de forma simultánea en 320 ciudades de 31 países distintos, tiene como objetivo principal propiciar el acercamiento entre el público y los investigadores de un modo informal y lúdico, así como destacar el impacto positivo que esas investigaciones tienen en la vida diaria de las personas y promover el gusto por las carreras investigadoras. Otro objetivo es incrementar el reconocimiento público de los investigadores ofreciendo a la ciudadanía, sea cual sea su edad y su formación científica, la oportunidad de descubrir el ‘rostro humano’ de la investigación a través de intercambios directos y debates con los investigadores.
La Universidad de Almería, a través de su Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación del Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación, organiza desde hace dos años de esta Noche de los Investigadores, en esta ocasión, conjuntamente con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA), en el marco del proyecto andaluz que lidera la Fundación DESQUBRE.
Mesas redondas con investigadores
El evento comenzó con la organización de seis mesas redondas, cinco de ellas moderadas por investigadores de los Centros de Investigación de la Universidad de Almería y la sexta por el IFAPA. En la primera de ellas, dedicada a los nuevos usos de la energía solar, los investigadores Manuel Pérez García y José Antonio Sánchez Pérez (ambos del Centro de Investigaciones en Energía Solar, CIESOL) hablaron de la aplicación de esta energía limpia en el tratamiento de aguas y la producción de frío y calor en procesos industriales. “Para todos este encuentro ha sido muy interesante y sincero, pero necesitamos más divulgación porque hay un gran desconocimiento sobre un tema que tiene un enorme potencial”, señaló Pérez García.
La segunda mesa redonda abordó los retos de la agricultura intensiva en Almería y estuvo dirigida por investigadores del Centro de Investigación en Biotecnología Agroalimentaria, BITAL. Diego Valera y José Pérez calificaron el encuentro de “enriquecedor y satisfactorio”. En este micro encuentro se debatieron asuntos como la importancia de la agroalimentación y la tecnología de los invernaderos, el uso eficiente de insumos y recursos naturales, la selección y mejora de variedades vegetales de alto rendimiento, los nuevos métodos de control de plagas, la seguridad alimentaria y la implicación de la Universidad en la sostenibilidad del modelo agrícola de Almería.
Las mesas tres y cinco representaron las ciencias sociales en esta segunda edición de la Noche de los Investigadores. En la número tres se habló de inmigración, un asunto del que, según el director del Centro para el Estudio de las Migraciones, Francisco Checa, “todo el mundo cree saber”. “La inmigración todavía sigue importando a la gente, mucho menos a los políticos, pero debe seguir investigándose sobre ella y la UAL en esto es puntera. Tenemos que tener en cuenta que la inmigración no es un problema si no que nos afecta a todos desde el punto de vista más positivo. Los inmigrados que están aquí no se van a ir, se van a quedar. Debemos convivir todos juntos desde el respeto. Se habla de racismo, xenofobia o choque cultural con mucha rapidez sin saber realmente a qué nos referimos. Una de las conclusiones que hemos obtenido es que hay que usar el lenguaje de forma más eficaz”, expuso Checa al finalizar el acto.
En la mesa cuatro se habló de otro tema radicalmente distinto: el cambio global. Al término de este micro encuentro, el investigador del Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global, Javier Cabello, destacó que la principal demanda que le habían hecho llegar los participantes era que el trabajo de los investigadores debe orientarse hacia problemas concretos. “Nos piden que la investigación sea aplicada y que sirva para ayudar a adaptarnos a este cambio global en el que estamos inmersos”, señaló.
La mesa 5, coordinada por el Centro de Investigación en Comunicación y Sociedad (CySOC), contó con la presencia de Manuel López Muñoz (director), Antonio Bañón Hernández (coordinador de investigación) y Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (coordinador del Máster en Comunicación Social). En ella, se describieron las diferentes facetas de la actividad investigadora del CySOC, que cubre un amplio espectro de profesionales de los ámbitos del Derecho, la Economía, las Ciencias de la Computación, las Ciencias de la Educación, la Historia y la Filología.
También, se mencionaron varios proyectos en marcha, entre los que se destacan la aplicación informática ScriBene de corrección ortográfica o el Observatorio Nacional de las Enfermedades Raras. En cuanto a la formación, se habló del Máster en Comunicación Social, del programa de formación de oradores en La Salle y de los servicios de formación de oradores a la carta. Durante el coloquio, el público asistente expresó su interés por que los estudios de comunicación se conviertan en un Grado. Fue comentario general la necesidad de que los responsables políticos se expresen mejor y se le propuso al CySOC la creación de un título de experto en comunicación política. La mesa cinco demostró que la comunicación le interesa a la sociedad y que también existe investigación y ciencia fuera de las Ciencias Experimentales.
Por último, la mesa número seis, coordinada por el IFAPA, explicó a los participantes los distintos aspectos tecnológicos que diferencian a la agricultura de Almería. Así, se habló de riego y fertilización, de protección de cultivos, de postcosecha, -es decir, qué hacer después con los productos para incrementar el valor de la producción-, de la mejora de la tecnología, que ha sido uno de los caballos de batalla más importantes de la agricultura almeriense y el que ha permitido que los productores incrementen sus rendimientos económicos, del control biológico de plagas y, por último, de la tecnología de invernaderos. Este asunto, como explicó el director del IFAPA de La Mojonera, José Gabriel López Segura, fue el que sirvió de hilo conductor de todo el encuentro. “Era importante explicar cómo se ha pasado del parral de hace 50 años a los invernaderos de alta tecnología que hay ahora”, afirmó.