La UMA y la Junta de Andalucía crearán un laboratorio para evaluar la seguridad de productos de IA

La Universidad de Málaga (UMA) y la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, en representación de la Agencia Digital de Andalucía (ADA) han suscrito hoy un protocolo general de actuación en materia de ciberseguridad. Dicho protocolo está relacionado con la investigación, el desarrollo, la innovación y la formación, y busca un beneficio mutuo entre ambas instituciones que revertirá en la sociedad andaluza y, entre otras cuestiones, va a permitir la creación de un laboratorio para evaluar la seguridad de productos de inteligencia artificial (IA).

La firma se ha realizado entre el rector de la UMA, Teodomiro López, y el consejero, Antonio Sanz, ante la presencia del vicerrector de Transferencia, Empresa y Transformación Digital, Enrique Márquez; el director de la Oficina de Innovación y Cooperación Tecnológica de la UMA en el Parque Tecnológico, Javier López; la delegada del Gobierno de la Junta en Málaga, Patricia Navarro; el director gerente de la ADA, Raúl Jiménez, y Enrique Rando, responsable del Centro de Ciberseguridad de Andalucía.

El documento dota de contenido formal a una relación que no es nueva, y que permitirá desplegar actuaciones más complejas y de un mayor calado. Entre ellas, la creación de un laboratorio de evaluación de la ciberseguridad de la Inteligencia Artificial y la Internet de las Cosas.

Este proyecto permitirá determinar si un producto o servicio final ofrece el nivel de seguridad requerido para su uso, ya sea en sectores críticos o de consumo general. O si una herramienta de ciberseguridad proporciona el grado de protección necesario. Y, para ello, será necesario aplicar un conocimiento especializado que la Universidad de Málaga puede desarrollar.

Por esta razón, también se plantea la colaboración entre la UMA y la ADA en la creación de un proyecto de aceleración de empresas de ciberseguridad cuyas unidades funcionales permitirán mejorar las capacidades de las startups que se acojan a él y ofrecer capacidades de coworking, además de crear mecanismos para simplificar la comercialización de productos y servicios innovadores. Es decir, para convertir ideas en oportunidades de negocio. “Esto no será más que el punto de partida, el pistoletazo inicial, de una colaboración cada vez más estrecha”, ha concluido el consejero.