Viruela del mono: cuáles son sus síntomas y de qué manera se puede prevenir esta enfermedad

La preocupación a nivel internacional por la expansión de la nueva variante Mpox de la viruela del mono no deja de crecer. Después de que se detectara una expansión preocupante en África y de que ya se haya detectado un caso en Europa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó emergencia sanitaria mundial frente a la enfermedad que podría convertirse en una nueva pandemia. Para entender más sobre esta enfermedad, la académica del Departamento de Enfermería de la Universidad de La Serena, Pamela Pinto, explica cuáles son sus síntomas, formas de transmisión y cuidados para prevenirla.

En primera instancia, la académica explicó en qué consiste la viruela del mono, indicando que “esta enfermedad infecciosa es producida por un virus que en sus orígenes se manifestaba en primates y otros animales, posteriormente fue transmitida de animales a personas, lo que se denomina zoonosis, que final y actualmente es transmitida de persona a persona”.

Cuáles son los síntomas y la forma de contagio de la viruela del mono

Respecto de los síntomas, Pinto, quien es Magíster en Gestión de Calidad de Salud, detalló que se puede presentar fiebre sobre 38,5 ° C, dolor de cabeza, dolor muscular, ganglios inflamados, cansancio o agotamiento y lesiones en piel y/o mucosas, las que pueden ser planas o aparecer vesículas que posteriormente forman costra y caen.

Sobre las formas de contagio, indicó que esta enfermedad “puede transmitirse de persona a persona por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias (microgotitas respiratorias), por las lesiones cutáneas de una persona que esté infectada, a través de objetos contaminados recientemente con los fluidos o materiales de la lesión de una persona infectada o por vía placentaria, conocida como viruela símica congénita, además, hay que destacar que actualmente no existe evidencia aún de transmisión por vía sexual”.

Respecto a la duración de esta enfermedad, planteó que “conocemos que es autolimitada, su duración es de 48 horas, pero puede haber casos en que los síntomas se extiendan a 14 y hasta 21 días. Son casos graves, que generalmente se presentan con mayor frecuencia en menores de edad, cuya evolución tiene directa relación con el grado de exposición al virus, el estado de salud del menor, si presenta o no complicaciones y la gravedad de éstas”.

Cómo se evita su contagio

En cuanto a los cuidados que deben tener las personas para evitar contagiarse, la experta indicó que “la principal medida es reducir el riesgo de transmisión de persona a persona, debido a que el contacto con personas infectadas constituye el factor de riesgo más importante de la enfermedad. Es por ello que se debe evitar el contacto físico estrecho con pacientes infectados, por lo tanto, el personal sanitario, frente a la atención de un paciente infectado debe utilizar medidas como el uso correcto de los EPP (elementos de protección personal) como así también realizar lavado de manos frecuente. Además, es recomendable el aislamiento de los pacientes contagiados en sus domicilios o en centros de salud de acuerdo a cada caso”.