El Palacio de Congresos de Marbella acogerá durante toda esta semana los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga, organizados por su Fundación General (FGUMA), en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad. Un total de 340 personas disfrutarán de cinco seminarios y una conferencia magistral en una formación en la que participan cincuenta ponentes. En este primer día han dado la bienvenida a los asistentes Rocío Ponce, vicerrectora de Doctorado y Posgrado de la UMA; Mª Ángeles Real, subdirectora de la FGUMA, y Carmen Díaz, directora General de Cultura, Educación y Patrimonio de Marbella.
“Uno de los papeles fundamentales de la Universidad pública es abrirse a toda la sociedad y este es un foro perfecto para ello”, ha recalcado la vicerrectora. Además, ha afirmado: “Nos adaptamos cada año a las demandas de la ciudadanía para presentar una oferta formativa dimensionada a sus necesidades”. Por su parte, Real ha explicado: “Estos cursos, gratuitos para cualquier persona interesada, sin requisitos, son una apuesta de la Universidad, junto a su Fundación, con el compromiso de que brille el debate y la libertad de expresión”. Por último, Díaz ha destacado que esta programación ya es una cita obligada en los veranos de Marbella. “Apostamos por la formación, algo básico para crecer adecuadamente. Además, las temáticas seleccionadas tratan asuntos de actualidad, siempre con el rigor que aporta la Universidad”, ha añadido.
Lucía Pérez, especialista en conducta suicida: “La adolescencia es el inicio de toda la prevención en salud mental”
Lucía Pérez Costillas, psiquiatra y coordinadora del Programa Andaluz de Prevención de Conductas Suicidas, ha destacado la importancia de la prevención en salud mental en el Curso de verano dirigido por Margarita Pascual, coordinadora de la Unidad de TCA del Hospital Universitario Regional de Málaga. “La adolescencia es el inicio de toda la prevención en salud mental, una etapa en la que somos muy permeables. La juventud tiene la capacidad de verse afectada por traumas y sufrir trastornos mentales de por vida, o bien desarrollar nuevas rutas neuronales que les conduzcan a una vida feliz, que es lo que todas las personas queremos”, ha explicado.
Pérez se lamenta de “encontrarnos en un momento de prevalencia muy alto” debido a dos factores clave, como consecuencia de la pandemia de la COVID, por un lado, y que cada vez se acude más a consulta por cuestiones de salud mental, por otro. “Antes, ir al psicólogo o al psiquiatra era un secreto; ahora, muchas personas ya lo admiten abiertamente”, ha asegurado en este sentido. Sin embargo, aunque “haya cambios en la sociedad”, considera que persiste el estigma ante los trastornos mentales.
Sobre los trastornos de conducta alimentaria (TCA), tema del curso que esta ponente ha inaugurado, Pérez ha expresado su satisfacción con los avances recientes: “En los últimos años ha habido un gran refuerzo en la apertura de unidades de TCA. Viniendo de una escasez en los últimos seis años, ahora podemos estar contentos con los progresos realizados. Ha habido una prevención social y una mayor cobertura sanitaria”.
Como asesora en programas de prevención suicida, la especialista ha subrayado la necesidad de una mayor coordinación: “Todas las medidas que se han tomado son importantes, y muchas ONG están muy mentalizadas. Necesitamos tejer una red para que la persona no caiga. Un plan de prevención debe ser un proyecto macro que incluya acciones sanitarias y sociales, con una implantación local adecuada y recursos acorde a las necesidades”. “El suicidio no es una enfermedad, sino un síntoma transversal a muchas enfermedades”, ha matizado.
Un pacto entre partidos para luchar contra la desinformación
El seminario “El periodismo frente al reto de la desinformación”, ha comenzado hoy con la conferencia de Leticia Rodríguez, profesora de la Universidad de Cádiz. La experta ha basado su intervención en los peligros de este fenómeno para las democracias, centrándose en el momento actual, ya que este año hay 70 procesos electorales en todo el mundo y, por tanto, ha manifestado, estamos ante un “riesgo exponencial”. En esta línea, se ha referido al papel de los medios de comunicación y su labor como principal arma contra la desinformación. “El periodismo es más necesario que nunca. Nos quejamos porque España tiene unos medios de comunicación muy polarizados que tienden a ir a los extremos, pero el sesgo se conoce claramente. La prensa tiene que ser consciente de que participar de esta polarización no nos ayuda como sociedad”. En consecuencia, Rodríguez ha apelado a la responsabilidad del ejercicio periodístico en este contexto. “En algún momento tendrán que empezar a ser más objetivos e imparciales porque la ciudadanía lo va a exigir, si no, serán responsables de llevarnos a los extremos ideológicos”, ha sentenciado.
Preguntada sobre las posibles soluciones para abordar esta situación y ante la reciente propuesta del presidente del gobierno de auspiciar medidas contra los bulos que protejan la transparencia de los medios, la especialista se ha mostrado a favor de la implicación de la clase política en este asunto. “En otros países los partidos han firmado pactos para no utilizar la desinformación, sería un paso muy valioso que aquí las formaciones políticas se comprometieran a no hacer uso de estas tácticas negativas para beneficio propio”. No obstante, Rodríguez ha reconocido que actualmente estamos ante un panorama complejo por el incremento “preocupante” en el escenario europeo de las fuerzas de extrema derecha, que se han valido de la desinformación en los últimos años como una pieza fundamental para este ascenso, según ha indicado. “Estamos a tiempo de tomar medidas, pero necesitamos una ciudadanía resiliente y unos partidos que sean capaces de tomar estas decisiones complejas”, ha resumido.
Por último, y en esta línea, la profesora de la UCA ha precisado que la ciudadanía está cada vez más sensibilizada con la desinformación, de hecho, ha aportado que en España los porcentajes de personas que aseguran haberse encontrado y detectado estos casos suele situarse por encima del 80 por ciento en las encuestas. “Hay buena base de conciencia ciudadana, lo que falta es darle las herramientas. Ya se desarrollan planes de alfabetización mediática y digital en aula de mayores, colegios y universidades, pero necesitamos tiempo para que se integren completamente. El cambio va a ser lento porque es cultural”, ha finalizado.
Francisco Javier Paniagua, profesor del departamento de Periodismo de la Universidad de Málaga y vicerrector de Comunicación, Gabinete y Proyección Universitaria, también ha participado con la conferencia “La rutina profesional ante la desinformación. El punto de vista de los gobiernos y los medios locales”.
La construcción naval y la navegación astronómica en la marina de los fenicios
El catedrático de Arqueología de la UMA, Bartolomé Mora, dirige junto a José Suarez, director del proyecto de investigación del yacimiento fenicio del Cerro del Villar el curso “Desde Tiro a Iberia. La navegación fenicia y el mar”, con el que se completa las actividades de la jornada. La ponencia inaugural ha corrido a cargo de Stefano Medas, de la Universidad de Bolonia, que ha explicado las características de los navíos y las técnicas de orientación que utilizaban los fenicios. En este sentido, Medas ha alabado las buenas construcciones de los barcos fenicios, ya que, según una pieza de un casco que aún se conserva, en algunos ya utilizaban la construcción de espigas y mortajas, poco frecuente para la época (s. XIV a.c). Del mismo modo, ha profundizado acerca de la orientación en el mar a través de las estrellas, argumentando que, al contrario que los griegos, los fenicios se fijaban en la constelación de la Osa Menor para navegar, lo que los llevó, según algunas hipótesis, a aventurarse incluso por el Atlántico hacia el sur.
En cuanto al legado y la influencia que ha tenido esta marina general mediterránea, el experto se ha referido a aspectos tecnológicos que todavía se conservan y utilizan, como el sondeo de plomo, usado para conocer la profundidad y batimetría del mar, así como la tipología del sedimento. “Es un instrumento que sigue prácticamente idéntico desde la Antigüedad”, ha asegurado Medas, que también ha hecho mención al componente emocional de esta herencia histórica y universal. “Sabemos que tenían barcos con ojos, que representan el alma de los navíos, y eso se ha mantenido a lo largo de los años en todo el mundo. Los sentimientos de los marinos siempre han sido los mismos”, ha detallado.