La Federación de Regantes de Almería (FERAL) considera que la puesta en marcha de una planta desalobradora en el término municipal de El Ejido es la solución definitiva para gestionar de forma sostenible el aumento de nivel de agua en la Balsa del Sapo. En este sentido, FERAL hace un llamamiento público para que las administraciones competentes se decidan cuanto antes a abordar este proyecto. La propuesta de una planta desalobradora tiene como objetivo fundamental evitar que se vierta directamente al mar el agua sobrante en la Balsa del Sapo, como viene sucediendo hasta el momento. Tras la puesta en marcha del nuevo sistema de bombeo, se pueden perder anualmente más de 21 mil millones de litros de agua salobre que podrían destinarse a riegos en la zona del Poniente almeriense y a la recarga de los acuíferos.
La tecnología disponible en procesos de tratamiento de aguas salobres permite en la actualidad ofrecer un agua idónea para su uso en la agricultura a precios más bajos que los que exige un tratamiento de desalación con captación directa de agua de mar. Por este motivo, FERAL confía en ese modelo de gestión para garantizar un aporte complementario de agua tan necesario en una zona donde la producción agraria es el motor económico fundamental y en la que los acuíferos están sobreexplotados.
“Los regantes tenemos que estar a favor de un uso racional del dinero público y nuestra obligación es sensibilizar a las administraciones competentes en esta materia para que tengan en cuenta la opinión de los usuarios finales antes de invertir millones de euros en soluciones provisionales”, explica Jose Antonio Pérez, portavoz de FERAL.
No obstante, FERAL ha recibido con satisfacción el notable aumento en la capacidad de evacuación de agua desde la balsa del Sapo porque contribuye a generar tranquilidad en los invernaderos más próximos a la Balsa del Sapo, que sufren directamente las consecuencias de las inundaciones.