El desarrollo de la industria logística avanza hacia la introducción de una cadena de suministro sostenible que reduzca la huella de carbono creada por el transporte de mercancías. ¿Qué se puede hacer para que esto suponga el menor impacto negativo posible en el medio ambiente? Le presentamos soluciones que le ayudarán a descubrir la cara verde de la logística.
En el contexto de la reducción de la huella de carbono del transporte público y de pasajeros, cada vez se utilizan más coches eléctricos e incluso autobuses eléctricos. En el territorio de la Unión Europea, sustituir los vehículos de combustión interna por ellos en el futuro no es sólo un deseo piadoso, sino un plan ya elaborado, cuya aplicación ya ha comenzado y debería completarse en 2035. Al fin y al cabo, a partir de entonces no se permitirá matricular coches y furgonetas nuevos en ningún país que forme parte de este acuerdo. Los usados podrán utilizarse, venderse y comprarse hasta el final de su vida útil.
Mientras que en el caso de los turismos, los clientes están cada vez más convencidos de los motores eléctricos, la electromovilidad del segmento de los camiones sigue planteando muchos interrogantes. En 2022, este tipo de vehículos representará sólo el 0,6% de todos los vehículos utilizados para el transporte por carretera*. Aunque cada vez más fabricantes ofrecen aumentar la eficiencia y la autonomía, sustituir el parque de vehículos de combustión interna por ellos sigue siendo un plan para un futuro lejano.
Hay que admitir, sin embargo, que las estadísticas preliminares parecen impresionantes. Según un estudio del Consejo Internacional de Transporte Limpio, las pilas de combustible de hidrógeno en camiones pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 15 y un 33%. Además, si se utiliza el llamado hidrógeno verde -producido a partir de energías renovables- para alimentarlas, las emisiones descienden hasta un 89%**.
Los inversores que buscan soluciones con cero o bajas emisiones de carbono se inclinan ahora por el segmento del transporte ferroviario, que está demostrando un éxito considerable en este sentido. Hoy en día, los trenes se consideran uno de los medios más eficaces para transportar una gran carga a lo largo de una distancia considerable con unas emisiones mínimas de CO2. En algunos países europeos ya es posible encontrar ferrocarriles con casi un 100% de emisiones cero.
¿Qué soluciones reducirán la huella de carbono de la industria del transporte?
Una de las formas más esenciales de descarbonizar la industria del transporte es, sin duda, utilizar modos de transporte ecológicos en la medida de lo posible. Nos referimos principalmente al transporte ferroviario, que ofrece la mayor eficiencia energética y las menores emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, no hay duda de que la descarbonización del transporte por carretera es un proceso continuo, y los camiones eléctricos tienen el potencial de dominar este mercado con el tiempo.
Sin embargo, cabe destacar otras soluciones que podrían determinar la reducción de la huella de carbono del transporte de mercancías. Entre ellas se incluyen cuestiones como
- Optimización de rutas – gracias a los modernos sistemas TMS, las empresas de logística pueden planificar las rutas de forma que cubrirlas tenga el menor impacto posible en el medio ambiente, independientemente del modo de transporte elegido;
- Consolidación de la carga – el ensamblaje de varias cargas más pequeñas que se dirigen en la misma dirección en una sola grande se traduce en un uso eficiente del espacio de transporte. Esto puede reducir el número de coches, trenes o aviones en uso, con la consiguiente disminución de las emisiones de CO2;
- Gestión eficiente del transporte: pueden utilizarse soluciones tecnológicas modernas para planificar la ruta de transporte y supervisarla desde la carga hasta la descarga. Esto permitirá, entre otras cosas, controlar el consumo de combustible, así como los hábitos de los conductores, que pueden incidir en una mayor huella de carbono;
- Prevención de daños a la mercancía en tránsito – protegiendo la carga transportada de posibles deterioros o daños, se reduce el riesgo de tener que volver a transportarla;
- Flota de vehículos eficiente – al realizar un mantenimiento regular de los medios de transporte que componen su flota, reduce el riesgo de averías imprevistas y accidentes. Mientras que en el caso del transporte por camión, se trata de una forma de reducir el gasto de combustible y la pérdida de tiempo, en el contexto del transporte marítimo, esto equivale a reducir el riesgo de provocar un desastre medioambiental.
La logística sostenible no se limita al transporte
Aunque el transporte es, con diferencia, la parte del proceso logístico que más repercute en el medio ambiente, no es la única. La construcción y organización de almacenes y centros de distribución también influyen significativamente en la huella de carbono del sector.
En lo que respecta a los edificios, es esencial utilizar energías renovables y fuentes de agua, entre otras cosas. Hablamos, por ejemplo, del uso de instalaciones fotovoltaicas y bombas de calor, la recogida de aguas pluviales e incluso el uso de aguas grises y dióxido de carbono para refrigerar los edificios.
Y recordemos los materiales ecológicos para embalar las mercancías para su transporte y almacenamiento. Mientras tanto, la gestión de mercancías en destino mejorará gracias a las llamadas balizas, que son dispositivos eléctricos en miniatura que informan, entre otras cosas, de la ubicación de una determinada carga. Esto permitirá planificar la descarga de forma óptima, así como organizar el espacio de almacenamiento.
Seleccionar a los socios adecuados que compartan valores similares también ayudará a reducir la huella de carbono de la empresa. Es una excelente idea subcontratar la planificación de los procesos de transporte a una empresa con experiencia relevante en este campo y una amplia gama de opciones disponibles. El transporte por carretera, ferrocarril, mar o aire organizado en colaboración con la empresa de transporte y logística AsstrA funcionará perfectamente en esta función.
Introducir soluciones para reducir la huella de carbono de una empresa de logística llevará sin duda tiempo hasta que tenga éxito. Para garantizar que todos los procesos funcionen a la perfección y no causen pérdidas en los intereses de los inversores, merece la pena contar con la ayuda de profesionales en este campo. No vale la pena precipitarse en el contexto de los cambios destinados a descarbonizar el transporte de mercancías. Es mejor hacerlo de forma gradual pero eficaz, en lugar de apostar por el lavado verde, que no contribuye a reducir el problema.
*https://www.acea.auto/fuel-cv/fuel-types-of-new-trucks-electric-0-6-diesel-96-6-market-share-full-year-2022/
**https://theicct.org/publication/fs-life-cycle-analysis-emissions-trucks-buses-europe-feb23/