Niños Mutantes llega a Almería este sábado para presentar ‘Náufragos’, su último disco y el más comprometido, un trabajo que significa un punto de inflexión para la banda granadina, que cierra un periodo de acercamiento a sonidos folk, y confiesa iniciar otro en el que extremarán sus posturas creativas. Nani Castañeda, batería de la banda, nos habla de la experiencia ‘mutante’, la misma que vivirán las 300 personas que ese sábado llenarán la Sala Madchester.
Con este disco os están saliendo las cosas muy bien, ¿no?
Está saliendo todo rodado. La verdad es que teníamos cierto pánico, porque ‘Las noches de insomnio’, que es el disco anterior, funcionó muy bien y nos hizo subir varios peldaños, estábamos muy contentos con cómo salió todo, pero eso nos producía cierto temor por saber cómo iba a funcionar éste. ‘Náufragos’, que va sobre la realidad que nos rodea, y quizá en el tema elegido está parte del éxito que hemos tenido, porque la gente ha visto cosas en él para sobrellevar algo mejor a estos cabronazos que nos dirigen.
Quizás sea vuestro disco más comprometido
Sin duda. Nuestros discos siempre han sido comprometidos con nosotros mismos. Siempre hemos hecho canciones sobre lo que nos rodea, como ‘Gente normal’, ‘Las chicas en bikini’, ‘Oso polar’… son canciones que hablan mucho de nuestra realidad social, del cansancio de los días o de los parámetros tan estrictos que hay en nuestra sociedad. Pero en este disco sí es verdad que hay un compromiso mucho más fuerte: hace falta escupirle en la cara a más de uno, y nos salió de forma natural. ‘Náufragos’, ‘Hundir la flota’, ‘Empezar de cero’, ‘Caerán los bancos’, que es un paradigma de lo que está ocurriendo… son canciones que salieron incluso antes de que las cosas estuvieran tan mal, pero que respondían a la necesidad de dar estos mensajes, recuerdan que tenemos que luchar, que luchar todos.
Mantenéis una línea ascendente en vuestro sonido, ¿cómo se refleja en ‘Náufragos’?
Yo creo que éste es el disco que pone el colofón a una serie de discos en los que empezamos a cercarnos al folk, a los sonidos de frontera, a la música sureña americana… canciones con rasgos muy profundos de la frontera de México, que es lo que nos gusta a nosotros. Nos gusta mucho el flamenco, pero no sentimos la necesidad de acercarnos a él en nuestras composiciones, como sí nos ocurre con la música de raíces americana y británica. Ahora el grupo tiene ganas de romper esa dinámica mantenida en los tres últimos discos, lo que no sabemos es qué vamos a hacer, pero en cualquier caso lo que haremos será extremar las posturas.
¿Se os sube el éxito a la cabeza?
Somos los mismos de siempre. Niños Mutantes es un grupo de gente muy trabajadora, de tres amigos de instituto que son amigos íntimos, a los que se les une Andrés López, que también es amigo íntimo. La gente que nos acompaña en las giras también lo son. Funcionamos como una familia y no tenemos ningún problema en asumir lo que venga. Somos gente muy cercana, nunca nos ha gustado la postura de algunos de desprender una imagen diferente a lo que ellos son. Cuando nos subimos al escenario sí que desprendemos todo el brillo que podemos y toda la mística que tenemos, pero en cuanto nos bajamos somos personas muy normales.
¿Qué pasa en Granada para que sea una cantera interminable de grandes bandas?
Pues no lo sabemos. Todos los músicos de Granada llevamos tiempo intentando responder a esta pregunta. Antonio Arias dice que la presión atmosférica es menor y eso provoca una cierta predisposición hacia la música. Granada es una ciudad diferente: hace muchos años que no tenía un equipo de fútbol en primera, no es una ciudad excesivamente folclórica y semanasantera… y todo esto hace que la juventud de esta ciudad tenga otras inquietudes. Se han acercado a la música y no sé por qué. Los primeros referentes son Los Ángeles y Miguel Ríos y a partir de ahí no ha parado la cantera granadina. Llevamos veinte años gloriosos: 091, Lagartija Nick, Los Planetas, nosotros mismos, Eskorzo, El Puchero del Hortelano, luego vienen Lory Meyers, y ahora Napoleón Solo, Aurora, Toulouse… no para, creo que ya es un círculo vicioso en el que los que son más jóvenes que nosotros nos imitan, igual que nosotros hacíamos hace diez años con nuestros antecesores. Esa cultura musical, esa cantidad de bandas creando siempre hace que salgan cuatro o cinco muy buenas que despunten a nivel nacional.
Habéis sido pioneros en medir vuestra huella de carbono de vuestra gira
Eso fue una propuesta de un seguidor almeriense, que se dedica a la concienciación medioambiental. Nos propuso que como acto de concienciación nos propuso calcular el CO2 que produce e grupo durante la gira. Nosotros nos comprometíamos a compensar toda esa contaminación con una plantación de árboles en La Alpujarra. Nos pareció una idea tan bonita que no dudamos en ponerla en marcha. Nosotros les pasamos el kilometraje de la furgoneta, el gasto de la electricidad producido en cada concierto y él ha ido haciendo un cuadrante con todos los datos, y en septiembre de 2012 ya habíamos generado más de seis toneladas de CO2 producidos y más de 20.000 kilómetros recorridos, un dato que nos dejó helados. Compensar todo eso equivalía a 40 ó 50 árboles, que durante toda su vida iban a ser capaces de absorber toda esa contaminación, pero como somos muy generosos decidimos plantar cien, para que sobrara y compensar también las emisiones de otros.
¿Podéis vivir de la música?
La verdad es que ahora mismo, la banda vive de la música, pero conservamos nuestras ocupaciones. La vida del músico es muy estacional y pueden venir ocho o doce meses sin ingresos, en los que nos dedicamos a preparar material nuevo. Entonces necesitas algo más a lo que agarrarte para no estar siempre con muchos altibajos en los ingresos. Es muy fuerte, por otro lado, que en este país haya músicos que no pueden vivir de sus discos, como Julio de la Rosa o La Habitación Roja. Es una realidad, este país tiene una cultura musical bastante pobre, aunque es verdad que esto está cambiando mucho, y el indie ya está muy cerca del main stream. Es una cuestión de atar cabos, una radio como Radio 3 con 300.000 oyentes al día no puede generar lo de una Cadena 100 o 40 Principales, que la escuchan millones de personas. En este país solo hay cuatro o cinco grupos indies que pueden vivir exclusivamente de la música.
En abril tocáis en Londres, ¿qué tal esperáis vuestra primera actuación en el exterior?
Lo de Londres nos apetece muchísimo y nos parece muy bonito tocar allí, en esa ciudad que está llena de españoles, que han tenido que salir y espero que se llene.