La Dieta Mediterránea ha sido durante años el perfecto ejemplo de un patrón saludable de consumo enmarcado por la moderación, la frugalidad, la socialización durante las comidas principales y la actividad física. Sin embargo, la vida moderna, su diversidad de actividades y la forma en que nos obliga a ir más de prisa cada día, han modificado estos hábitos paulatinamente y las consecuencias se han visto reflejadas en una encuesta realizada entre los millennials españoles.
La encuesta ha sido realizada por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y en ella se han recogido las opiniones, hábitos y medidas antropométricas de 1000 millennials en todo el territorio español. Tras el análisis de resultados, se ha elaborado una Guía de alimentación saludable ilustrada para Millennials con la intención de aportar información sobre vida saludable y Dieta Mediterránea, considerando las particularidades de la vida moderna.
Qué ha demostrado el estudio
El estudio señala que el 41% de los españoles nacidos entre 1981 y 1998 tienen sobrepeso y obesidad y que el 30% es, claramente, sedentario porque realizaba poca o ninguna actividad física con frecuencia. En este sentido, el profesor Jesús Román Martínez, presidente del comité científico de SEDCA y profesor de nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, señala que “hay una conjunción de factores que conllevan a la obesidad. No se trata sólo de un factor único. Entran en juego el sedentarismo, la frecuencia de consumo de ciertos tipos de alimentos, las cantidades, evidentemente, la forma de preparación y los conocimientos que tenemos sobre cómo cocinarlos”.
Aunque la encuesta señala que los millennials les gusta la comida hecha en casa, también ha dejado de relieve que el 67.5% de ellos prefiere cocinar platos sencillos y rápidos como arroz y pasta. En este sentido, el profesor Martínez explica que “esto podría indicar que a los millennials les falta información y educación en cuanto a qué cocinar y cómo hacerlo para tener una vida más sana. Además, claro está, del componente de ejercicio y actividad física que es tan necesario para lograr este equilibrio”.
Los datos aportados por el estudio señalan que el 33,3% de los millennials toman fruta fresca a diario y el 70,5% de ellos consume carnes magras entre 1-4 veces por semana. Sus aficiones son principalmente de tipo social, como salir con amigos a comer o cenar en bares o restaurantes (67,8%).
En cuanto a las bebidas preferidas por los millennials españoles, el agua (85,7%) y la cerveza (46,5%) encabezan la lista. Hay que señalar que la cerveza es una bebida fermentada que, por su composición, y su patrón de consumo puede formar parte de la Dieta Mediterránea. En este sentido, el profesor Jesús Román Martínez explica que esto se cumple siempre y cuando se realice la ingesta de manera responsable y acompañada de alimentos, siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando las cantidades máximas de ingesta tanto para mujeres (200-300 ml/día) como para hombres adultos (400-600 ml/día) sanos.
Guía de alimentación saludable para millenials
Por todo esto, SEDCA ha elaborado un documento en el que se consideran sus preferencias nutricionales, su estilo de vida y la forma en que hacen uso de su tiempo para ayudarlos a comer mejor. El material, que ha sido ilustrado por Las Rayadas, explica de forma amena y sencilla cómo tener una alimentación saludable y también satisfactoria, haciendo un uso adecuado del tiempo que invertimos en hacer la compra y cocinar. Ha sido pensado para una lectura rápida que pueda aportar información práctica para mejorar los hábitos de cocina y alimentación de esta población joven.
Entre la información de la guía destaca la necesaria interacción de múltiples factores para llevar un estilo de vida saludable: “Unos hábitos alimentarios saludables acompañados de un estilo de vida activo y la práctica habitual de ejercicio físico, incluyendo actividades de fuerza para mantener la masa muscular, son un importante respaldo para la salud de todo el mundo. Una buena alimentación empieza con las elecciones de alimentos que hagamos al llenar la cesta de la compra, seguido de la planificación adecuada de nuestro menú semanal, un menú adaptado siempre a nuestras características, posibilidades y preferencias. Sin olvidar el punto clave: la puesta en práctica en la cocina y en la mesa”, señala el Prof. Martínez