Este jueves, 17 de marzo, en sesiones de 20:00 y 22:00 horas, se proyectará en el Teatro Apolo de la capital la película ‘My father, my lord’. La cinta, rodada en Israel en 2007, ha recibido numerosos premios en su trayectoria, entre ellos el Premio a Mejor Película del Festival de Cine de Tribeca, en Nueva York, el Premio al Mejor Director en el Festival de Cine de Haifa (Israel), el Premio al Mejor Director, en el Festival de Cine de Taormina, Sicilia, o el Premio FIPRESCI de la Crítica del Festival de Cine de Tbilissi, Georgia.
Dirigida por David Volach, ‘My father, my lord’ narra la historia del Rabino Abraham, que instalado con su esposa y su hijo en una comunidad ultraortodoxa en Jerusalén, dedica su vida al estudio de la Torah y de la ley judía. Su hijo, Menahem, está en la edad en la que vemos el mundo como un lugar de curiosidades, lleno de misterios y maravillas. No opone ninguna resistencia, pero sigue sin convicción a su padre que le guía por el camino estrecho y rígido que toman los hombres de fe. Pero la voluntad de Abraham de guiar a su hijo no es más que una mota de polvo en el universo. Por este motivo, durante las vacaciones a orillas del mar Muerto, la fe de Abraham se pondrá a prueba de manera un tanto brutal…
‘My Father, My Lord’, la primera película de David Volach, ha sido concebida como un diálogo temático con el Decálogo 1de Krysztof Kieslowski, variación sobre el tema de la historia del sacrificio de Isaac. La película habla de un hombre, Abraham, que ha dedicado su vida a Dios y al estudio de la Torah y que espera transmitir su fe a su joven hijo Menahem. Es un viaje al corazón de la intimidad de un creyente, frente al silencio de Dios.
David Volach, que creció en el seno de una familia ultraortodoxa como la que retrata el film, explica que “en esta película, quería explorar los fundamentos de la pasión atea, que se adquieren desde la infancia: la curiosidad natural con la que miramos la vida. Por otra parte, quería que la película mostrara la perplejidad de las creencias -religiosas o no- estas ideologías que nos superan y que demuestran su torpeza, su ausencia de autenticidad mental y humana”.
‘My Father, My Lord’ es la historia de una tragedia inevitable, porque la religión en su dureza y su dogmatismo mata la libertad de la vida, la alegría de vivir. Se nota en la película hasta qué punto el día a día de esta familia es gris y triste, mientras que el niño aspira inconscientemente a otra cosa, a esta alegría natural que están intentando matar en él. La película arranca con la imagen de Abraham sumido en una profunda tristeza a la que sigue la escena de un funeral. Entonces la película hace un salto en el tiempo hacia atrás. Ya conocemos el final. A partir de ahí es cuando el director nos expone en apenas hora y cuarto sus argumentos con sensibilidad, desde la tragedia.
‘My father my lord’ es una cinta, sencilla, íntima y que invita a la reflexión y apela al sentimiento, de manera muy acertada. Por ella, Volach ganó el premio en el Festival de Tribeca de Nueva York, amén de haber paseado por más de una docena de festivales internacionales. Se rodó en dos semanas con un presupuesto ínfimo.